Las autoridades federales y estatales que han estado involucradas en la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa han descubierto un total de 498 cuerpos en diversas operaciones y pesquisas, como parte de las investigaciones destinadas a determinar el paradero de los alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos durante los eventos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
De acuerdo con el segundo informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa (Covaj), presentado el miércoles, los cadáveres se encontraban sin reconocer en oficinas forenses de la Fiscalía General de la República o del Estado de Guerrero, o fueron encontrados durante búsquedas de campo en diversos municipios de Guerrero.
Respecto de las búsquedas en campo realizadas por la Covaj y la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, en total han realizado 131 acciones de búsqueda, en las que solo en 25 hubo resultados positivos, la mayoría de ellas realizadas en 2023. En total se encontraron 32 osamentas y 182 fragmentos óseos, en fosas clandestinas.
Entre ellos, están los huesos pertenecientes a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Jhosivani Guerrero de la Cruz, en lo que era conocido como Barranca de la Carnicería, en Cocula, donde se presume que los sicarios habrían arrojado los restos desde un auto al circular por la carretera cercana, dentro de costales de rafia.
“Es importante precisar que cada día o jornada de trabajo cubre un horario en promedio de ocho horas, iniciando normalmente a las 6:00 horas, exceptuando cuando se realiza un hallazgo, que se puede extender a más de 20 horas de trabajo continuo y dependiendo también de las condiciones climáticas que permitan la búsqueda”, se relata en el Informe de la Presidencia de la Covaj.
En las fotografías que acompañan al reporte se ve cómo han llevado a cabo las acciones, con retroexcavadoras, cribando tierra, excavando, descendiendo a rapel en cuevas y realizando sobrevuelos con drones.
Estas búsquedas, se detalla en el informe, se han realizado con base en información que aportan informantes o testigos colaboradores, algunos ya liberados y otros presos.
Por ejemplo, el testigo colaborador Juan, que en realidad es Gildardo López Astudillo, El Gil, quien fuera jefe de plaza de Guerreros Unidos en Iguala, y quien además de haber colaborado para encontrar los restos en la Barranca de la Carnicería, también identificó varias zonas donde era posible que encontraran restos humanos, aunque, al menos para las búsquedas realizadas desde agosto de 2022, ninguna ubicación llevó a un resultado positivo.
Por otro lado, en el Servicio Médico Forense del estado de Guerrero, entre septiembre de 2014 y mayo de 2023, se encontró que había 172 cadáveres sin identificar, de los cuales se analizaron ya 41 cuerpos que ya tienen un archivo básico, genética, fotografía, odontología, médico y antropología, pero restan 131 cuerpos por procesar.
Además, se solicitó analizar dos cadáveres que fueron encontrados en una huerta de mangos en Iguala y otro en el camino que lleva a El Tomatal, por lo que se prevé que al final se procesen 174 cadáveres.
Por su parte, la Fiscalía General de la República ya identificó 47 cadáveres que tenía en su resguardo desde 2014 y hasta 2023, aunque tiene pendientes 245 cuerpos por analizar.
Así, junto a la FGR y a las fiscalías de Guerrero, se han localizado 498 cadáveres y “cientos de fragmentos óseos y otro tipo de evidencias como ropa o balística”, según se detalla en el Segundo Informe de la Presidencia de la COVAJ.
“Estamos convencidos de que los resultados negativos, también son resultados; en virtud de que con este método se lograron encontrar, rescatar e identificar fragmentos óseos de dos de los 43 estudiantes desaparecidos”, se explica en el informe.
Según los datos del documento, desde 2019 se han realizado 978 jornadas de búsqueda en los municipios de Cocula, Iguala, Huitzuco, Eduardo Neri, Tepecoacuilco, San Miguel Totolapan, Teloloapan, Taxco y Cuetzala.
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