La Fiscalía General de la República (FGR) está solicitando la extradición hacia Estados Unidos de al menos cinco narcotraficantes catalogados como peligrosos, cuya permanencia en prisiones federales se considera un riesgo.
De acuerdo con funcionarios federales, un equipo de agentes del Ministerio Público Federal litiga para conseguir que estas personas ya no estén en México y que enfrenten cargos que les han sido fincados en Cortes de Distrito de la Unión Americana.
Lo anterior, comentaron las fuentes, también contribuirá a reducir la presencia de reos peligrosos, ya que se deben aplicar medidas especiales para evitar que puedan escapar o continuar operando.
¿A quiénes se busca extraditar?
Algunas de estas personas son los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Morales Treviño, El Z-40 y El Z-42, líderes de Los Zetas; José Alfredo Cárdenas Martínez, El Contador, presunto líder del Cártel del Golfo, y Erick Valencia Salazar, El 85, fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
También, Rafael Caro Quintero, ex fundador del Cártel de Guadalajara, cuyo caso ha generado por años una presión hacia México por parte del gobierno norteamericano, debido al asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
Los funcionarios consultados señalaron que uno de los casos que se ha estancado, es el del número dos del CJNG, Abigael González Valencia, El Cuini, cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, actual dirigente de la organización criminal, y cuyo proceso se ha visto detenido por un amparo y porque colabora con las autoridades en el caso Ayotzinapa.
Aseguraron que la dependencia ha puesto énfasis en estos asuntos para que concluyan los juicios en tribunales federales, en el que los narcotraficantes continúan interponiendo recursos para frenar su entrega a las autoridades estadunidenses.
Hace unos días, Diana Abraján Peña, jueza Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, concedió una suspensión que impide la extradición a Estados Unidos del ex líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño, quien fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social Cuatro “Noreste” en el Rincón, en Tepic, Nayarit.
Según investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Miguel Ángel es responsable de ordenar el secuestro y asesinato de 265 migrantes, cuyos cuerpos fueron localizados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, en 2010.
Por su parte, el año pasado, Abigail Ocampo Álvarez, jueza Primero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, negó conceder un amparo a Omar Treviño Morales, El Z-42, a quien se involucra en las fosas de San Fernando y se le señala por su presunta responsabilidad en la desaparición y asesinato de diversas personas en el municipio de Allende, Coahuila, en marzo de 2011.
Erick Valencia fue capturado en septiembre de 2022 por elementos del Ejército, durante un operativo en el municipio de Tapalpa, Jalisco.
El gobierno de Estados Unidos solicitó su captura por cargos en el Distrito de Columbia, donde es acusado de participar en una conspiración para distribuir cantidades significativas de narcóticos para la importación ilegal en ese país entre 2003 y 2008.
Capturas de El Contador
Mientras que José Alfredo Cárdenas ha sido detenido y liberado en diversas ocasiones por violaciones al debido proceso y por falta de elementos.
En febrero de 2018, un juez de control ordenó su liberación porque se demostró que, durante su detención, el personal de la Secretaría de Marina (Semar) brindó información falsa sobre la forma en que ocurrió la captura.
En marzo de 2019, fue detenido en San Luis Potosí, pero, en octubre de 2020 fue dejado en libertad, porque tras diversos recursos, un juez de Tamaulipas consideró que no había elementos para vincularlo a proceso por los delitos que le imputaron.
Además, el 27 de febrero de 2022, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México lo detuvieron cuando circulaba a bordo de un vehículo en inmediaciones de la alcaldía Cuauhtémoc, asegurándole un arma de fuego, una bolsa con 320 gramos de metanfetamina y otra con 600 envoltorios de papel que contenían nueve gramos de cocaína.
cog