El Cártel del Tabaco, arropado por el Cartel Jalisco Nueva Generación, ya no sólo controla el contrabando de cigarrillos y la extorsión para obligar a pequeños comercios a venderlos, sino que también estaría financiando el 12 por ciento de la producción nacional, que es adquirida en tienditas y hasta en redes sociales.
En el país existen por lo menos tres fábricas de cigarros, según reportes consultados por MILENIO -ubicadas en Jalisco, Estado de México y Campeche - relacionadas con organizaciones criminales y que actualmente producen cajetillas de cigarros incumpliendo con obligaciones fiscales y sanitarias.
En octubre de 2018, MILENIO documentó la existencia del Cártel del Tabaco, organización criminal encargada de extorsionar a comerciantes para vender exclusivamente productos de Tobacco International Holdings (TIH), mediante las empresas registradas en México como Braxico Manufacturing y Bradis, entonces operadas por José Guadalupe Varela González y la familia Cedano Filippini.
Pero ahora, el mismo grupo está detrás de la producción nacional -incluso bajo el amparo de gobiernos estatales- para la fabricación y distribución de por lo menos 24 marcas de cigarrillos maquilados por las empresas Braxico Manufacturing, S.A. de C.V, aún con operaciones; Sijara International Manufacturing, S.A. de C.V., así como Burley & Virginia Tabaco Company, S.A. de C.V.
Dichas empresas, se han caracterizado por ser omisas ante la impresión del Código de Seguridad, emitido por el Servicio de Administración Tributario (SAT), lo que también las ha dejado en el terreno de la ilegalidad.
MILENIO confirmó para esta entrega, la presencia de cajetillas sin código de seguridad de las tres empresas en distintas ciudades del País, en especial de Burley & Virginia Tabaco Company, S.A. de C.V. En la pandemia que representa el tabaquismo, el contrabando ya no es el mayor problema en México.
En 2021, Oxford Economics estimó que el 18.8 por ciento de los cigarrillos que se consumen son ilícitos, de los cuales el 12.1 por ciento serían producción nacional ilegal, y apenas un 6.7 por ciento son productos de contrabando. Es decir, dos de cada tres cigarrillos ilegales son hechos en México, y se venden entre los 20 y 35 pesos, mientras que las cajetillas formales valen 70 pesos en promedio.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), donde los cigarros representan por lo menos el 25 por ciento de las ventas, tiene localizada la venta de cigarro ilegal en “territorios y poblados que están bajo las leyes de las bandas de delincuentes” como Fresnillo y Jerez, en Zacatecas; Celaya, Guanajuato; Tierra Caliente, en Michoacán y Guerrero; La Huasteca Potosina, tamaulipeca e hidalguense; Laredo, Reynosa en Tamaulipas; así como diversas comunidades en Sonora, Chihuahua, Colima, Campeche y Chiapas; mientras que en las metrópolis, se opera a través del cigarro suelto.
En entrevista, Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la ANPEC, explica que el fenómeno es similar al cobro por derecho de piso, donde los grupos criminales “imponen la venta del cigarro, en sus distintos formatos”.
Pero los pequeños comercios, advierte, “no lo hacen de voluntad o porque quieran hacerlo, sino por amenazas, porque viven en un estado de terror, en los hechos, en donde si tú no haces lo que estas pandillas te piden o te exigen, te meten en problemas y a tu familia también”.
En términos sanitarios, la venta representa el consumo de arcilla, plomo, y hasta heces fecales, mientras que, en números, significa pérdidas por evasión fiscal hasta por 13 mil 500 millones de pesos anuales, que son capitalizados por el crimen organizado.
En su informe "El Comercio Ilegal de Productos del Tabaco", la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha planteado la adhesión a protocolos internacionales, y sugiere que eliminando el comercio ilícito los gobiernos podrían ganar 31 mil millones de dólares al año y cada seis años un millón de personas se librarían de una muerte prematura atribuible al consumo de tabaco, problemáticas que toman relevancia este Día Mundial Sin Tabaco celebrado el 31 de mayo.
La fábrica tiene la capacidad de producir hasta 10 mil cigarrillos por minuto, la inversión fue de 26 millones de dólares en la recta final del mandato de Carlos Miguel Aysa González, y genera por lo menos 300 empleos directos en Campeche: el problema, es que produce cigarros ilegales – sin código de seguridad del SAT.
El tabaco -cuyo origen es incierto- es envuelto en diminutas varillas de papel especial; los filtros de celulosa también son elaborados en la misma planta; y las empaquetadoras tiene la capacidad de procesar hasta 300 cajetillas por minuto de manera automatizada; 20 cigarros a la vez que son envueltos en papel aluminio e introducidos en la cajetilla.
TIH sería la empresa vinculada al Cártel del Tabaco, que hoy cuenta con dos subsidiarias: Braxico Manufacturing y Sijara International Manufacturing, S.A. de C.V.
De acuerdo con el reporte, Sijara International Manufacturing, S.A. de C.V. (RFC – SIM170626T10), ubicada en avenida Kikab 2 S/N, colonia Solidaridad Urbana, C.P. 24060, en Campeche, se encuentra bajo la dirección de José Guadalupe Varela González, el mismo propietario del Corporativo Tobacco International Holdings.
Si bien la empresa cuenta con la licencia sanitaria 20 04 002 FT 02 para la “elaboración de cigarros y elaboración de puros y otros productos”, no se encuentra activo en el padrón de importadores del SAT.
Braxico Manufacturing, S.A. de C.V. (RFC - BMA101208LHA) – se ubica en Teodoro Albarrán Pliego, número 106, colonia Santa Cruz Atzcapotzaltongo, C.P. 50290, en Toluca de Lerdo, Estado de México. Dicha empresa, ya no cuenta con licencia sanitaria vigente ante la Cofepris, pues data de 2018, pero sí está activa en el padrón de Exportadores.
Las marcas que producen son: Laredo Swiss Blend Rojos, Laredo Swiss Blend Azules, Laredo Swiss Blend Verdes, Laredo Swiss Blend Dorados, Económicos, Studio 54 Rojo, Studio 54 Azul, Studio 54 Negro, Studio 54 Verde, Studio 54 Dorados KSB, Península Rojos KSB, Península Verdes, y Paddock KSB 20.
De venta en Facebook
La persecución que han emprendido autoridades ministeriales, como el operativo realizado en febrero pasado en las cadenas de conveniencia ‘Fasti’ en Xalapa, logrando el aseguramiento de 7 mil cigarrillos sin códigos de seguridad, ha obligado que la compra-venta sea vía Internet, al mayoreo y al menudeo.
La producción comienza en la Carretera Ex Hacienda del Castillo, Km. 0.5, colonia El Castillo, Jalisco, C.P. 45680, por la tercera empresa señalada: Burley & Virginia Tabaco Company, S.A. de C.V. (RFC - BAV090610GR5) – cuyo apoderado legal, al menos hasta 2018, era Alberto Miguel Mongerot González.
La fábrica cuenta con la licencia sanitaria ‘14070FT0018’ ante la Cofepris, con vigencia hasta mayo de 2022, para la “elaboración de cigarros”, y se encuentra activa en el Padrón de Exportadores del SAT, sin embargo, sus productos no están en el catálogo de marcas autorizado para su venta por el gobierno federal y sus cajetillas no cuentan con código del SAT, por lo que no pagan los derechos o impuestos relacionados a cada cajetilla.
Su marca estrella es Link, en sus versiones rojo, negro y azul; además de Garañón, Roma, Málaga, Soberano, Palenque, Indy, Maverick, Bahrein, Cali y Cherokee, que son adquiridas por una red esparcida por internet o a través de representantes de ventas en automóviles marcados para ventas de café.
Como vendedor oficial, aparece la empresa Distribuidora Granillo, cuya página web https://cigarroslink.com.mx/, cuenta con apenas un breve formulario: “Levanta tu pedido, espera tu cotización, realiza el pago de tu anticipo, y espéralos en tu domicilio”, se puede leer.
El mercado se traslada a Facebook, donde operan varias decenas de usuarios y páginas, dedicados a surtir tiendas y misceláneas; el contacto está a la vista de los consumidores con páginas que muestran números telefónicos, e invitan al comprado a escribirles por WhatsApp e Inbox; el pedido se realiza con al menos un día de anticipación, la entrega es por paquetería, y la promesa: “tabaco mexicano de calidad”.
cog