El 26 de septiembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunió —como presidente electo— con padres y madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en 2014. En esa reunión prometió, entre otras cosas, que se sabría el paradero de los jóvenes.
López Obrador también se comprometió a crear una comisión de la verdad, la cual había sido ordenada por un tribunal mexicano para investigar la validez de las investigaciones realizadas por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), las cuales derivaron en la llamada Verdad Histórica, la cual estaba en entredicho pues se basaba en confesiones de detenidos obtenidas bajo tortura.
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Así, el sexenio de AMLO comenzó con la esperanza de que se sabría por qué y cómo desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa ‘Isidro Burgos García’, luego de ser interceptados por el grupo criminal Guerreros Unidos, el 26 de septiembre de 2014.
"Vamos a conocer lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables", prometió López Obrador.
"Mi compromiso es no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo", agregó.
Sexenio de AMLO inició con esperanza para Ayotzinapa
El 3 de diciembre de ese 2018, sólo dos días después de su toma de posesión, Andrés Manuel López firmó un decreto para crear la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, y en 2019 nombró a Omar Gómez Trejo como fiscal en la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa.
Las investigaciones para saber lo que ocurrió en la llamada Noche de Iguala avanzaron hasta el punto en que el 18 de agosto de 2022, Alejandro Encinas, entonces subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), confirmó que la desaparición de los 43 fue un crimen de Estado en el que participaron autoridades federales, estatales y locales, así como el grupo delictivo de Guerreros Unidos.
Al presentar las conclusiones preliminares de los trabajos de investigación de la comisión, Encinas aseguró que no había “indicio de que los estudiantes se encuentren con vida (...) todos los testimonios y evidencias acreditan que estos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”.
Ese día, Alejandro Encinas reveló que había un miembro del ejército mexicano infiltrado entre los estudiantes, de nombre Julio César López Patolzin, quien informaba sobre las movilizaciones de los normalistas al teniente Marcos Macías Barbosa.
De acuerdo con Encinas, el 26 de septiembre de 2014 los mandos militares tenían información en tiempo real de lo que estaba pasando con los 43 y a pesar de ello omitieron intervenir, pese a que era su obligación rescatar al soldado infiltrado.
Por no intervenir, Alejandro Encinas aseguró que el Ejército también fue responsable de la desaparición de los 43, al menos, “por acción, omisión o negligencia”.
¿Por qué se dañó la relación de AMLO con los padres y madres de los 43?
En palabras de Vidulfo Rosales, abogado de los padres y madres de los 43, las indagatorias avanzaron bien hasta 2022, cuando se señaló la responsabilidad del ejército en la desaparición de los estudiantes y se comenzó a ejercer acción penal contra miembros de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con Rosales, señalar al Ejército como uno de los responsables en la desaparición de los 43 generó un quiebre en la investigación y en la relación con el presidente, incluso las reuniones entre él y los padres y madres comenzaron a ser de “pura confrontación”.
Las investigaciones decayeron al punto de que Alejandro Encinas renunció a la subsecretaría de Derechos Humanos el 19 de octubre de 2023. Omar Trejo había renunciado a la fiscalía un año antes, acusando que padecía presiones por sus investigaciones.
Los padres y madres de los 43 dieron por concluidas las conversaciones con el presidente el 27 de agosto de 2024. Al respecto, Vidulfo Rosales dijo: “Terminamos mal”.
AMLO pasó de la promesa de encontrar a los jóvenes y esclarecer la verdad sobre lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014 a acusar a los padres y madres de los 43 de tener una campaña de desprestigio contra las fuerzas armadas.
Incluso, el pasado 8 de julio, en el ‘Primer reporte del Presidente de México sobre los jóvenes desaparecidos en Iguala de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero’, el presidente dijo que Julio César López Patolzin era un soldado becado y que no había indicios de ser un infiltrado.
Pese a todo, el 25 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador publicó una carta para los padres y madres de los 43 en la que asegura que hizo todo lo posible por encontrar a los jóvenes, que el caso no está cerrado y que espera que Claudia Sheinbaum aclare lo que pasó en 2014.
“Les expreso que hasta el último momento de mi Gobierno continuaremos la búsqueda de los jóvenes. Y considero que este asunto vergonzoso y lamentablemente no debe cerrarse. Deseo de todo corazón que lo logre la próxima Presidenta Claudia Sheinbaum, una mujer de principios, convicciones y partidaria de la justicia”.
Sin embargo, López Obrador insistió en que hasta el momento no hay pruebas que vinculen a altos mandos del Ejército con la desaparición de los jóvenes y dijo que los militares involucrados ya están siendo investigados, pero aseguró que si más adelante se comprueba que sí participaron, se debe castigar a los responsables.
KAT