Estados Unidos anunció su campaña global contra el trasiego de droga más importante de la historia y es contra el Cártel de Sinaloa por el tráfico de fentanilo.
En total se desclasificaron cinco acusaciones contra 28 personas, entre ellas cuatro de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, a quienes señala de encabezar la célula de Los Chapitos.
“Familias y comunidades de nuestro país están siendo devastadas por la epidemia de fentanilo. Las acciones de hoy demuestran el acercamiento comprensivo que el Departamento de Justicia está tomando para interrumpir el tráfico de esa droga y salvar vidas”, explicó el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland.
Según los documentos, el cártel de Sinaloa encabeza el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos y 45 países desde 2014, cuando la agrupación creó su primer laboratorio en México a cargo de Ovidio, hijo del Chapo, y tiene presencia en 45 países.
“Las acusaciones de hoy envían un mensaje claro a Los Chapitos, al cártel de Sinaloa y a las redes criminales de droga en el mundo: la DEA no se detendrá para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y la salud de los estadunidenses”, apuntó la Administración para el Control de Drogas.
Los documentos detallan cómo el cártel se hacía más poderoso a través de la compra de armas, el uso de sicarios para protegerse, e incluso cómo probaban y “cocinaban” el fentanilo en sus laboratorios, que se encuentran en diversos estados como Sinaloa o Oaxaca y en otros países como Guatemala.
Sin embargo, las investigaciones señalan que los precursores químicos son enviados desde China con la mediación de otras personas, incluyendo guatemaltecos.
A las acusaciones, presentadas en tres cortes diferentes, en Nueva York, Illinois y el Distrito de Columbia, se suma el anuncio del Departamento del Tesoro sobre la sanción a dos empresas chinas y el señalamiento a cuatro ciudadanos de ese país y una mujer residente de Guatemala, actualmente detenida, por pertenecer a la red con la que el cártel obtenía material para crear fentanilo.
“Crisis comienza en China”
Según el expediente judicial, presentado en la Corte de Distrito Sur de Nueva York, Ana Gabriela Rubio Zea, actualmente detenida, era intermediaria del cártel con empresarios chinos para obtener precursores químicos. Desde Guatemala, coordinaba la compra y envío presumiendo: “somos los más grandes en México, así que podemos comprar mucho”.
En China, Yonghao Wu, Yaqin Wu y Kun Jiang eran los proveedores. Trabajaban con Huatao Yao, dueño de la firma Wuhan Shuokang Biological Technology o SK Biotech, farmacéutica que facilitaba los productos químicos.
Los pagos se hacían con criptomonedas o transferencias bancarias. El empresario aseguraba al cártel: “como nos atrevemos a vender esto, significa que nuestros recursos y canales no son un problema”. Es decir, que los cargamentos, marcados con etiquetas falsas y por los que se pagaba a autoridades portuarias para su libre paso, llegarían a su destino.
Estados Unidos señala que una vez que éstos llegaban a su destino eran enviados a laboratorios, la mayoría en Sinaloa, para crear la droga que dejó más de 70 mil muertos por sobredosis en 2022 en esa nación.
La información fue obtenida por autoridades de Estados Unidos que se infiltraron en el cártel. Gracias a ello, además de los acusadoss, de SK Biotech y la empresa Suzhou Xiaoli Pharmatech Co., que en 2021 hizo un envío de precursores químicos a Sinaloa, fueron incluidas en la lista de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro.
Celebran esfuerzos
La Casa Blanca, el Departamento de Seguridad Interna y el de Estado celebraron el esfuerzo global contra el Cártel de Sinaloa y su red de tráfico de fentanilo.
En comunicado, el asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan, calificó de “históricas y significativas” las acciones tomadas por el Departamento de Justicia, junto al FBI y la DEA.
En una declaración atribuida al secretario de Estado, Antony Blinken, éste aseguró que las acciones “demuestran la resolución de Estados Unidos para promover la rendición de cuentas a criminales por la actividad ilícita del fentanilo”.
Mientras que el secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, aseguró que “la administración está actuando contra los cárteles y sus redes criminales trasnacionales”.
Señalados
Los hermanos Leobardo y Martín García Corrales presumen haber sido “amigos de mucho tiempo” de El Chapo, al grado de ocultarlo tras su escape de prisión en 2001. Hoy están acusados, junto a Humberto Beltrán y Anastacio Soto, por tráfico de fentanilo y de armas para Los Chapitos.
Las investigaciones apuntan a que, como operadores de una célula del Cártel Jalisco, negociaban la compra y venta de fentanilo en México. Por ejemplo, en agosto de 2022, Leobardo aseguró que tenía una tonelada de la droga y ofreció enviarla “a Nueva York por 15 mil dólares por kilo”.
En tanto, su hermano Martín se reunió con Humberto Beltrán para discutir cómo vender varios kilos de fentanilo en Estados Unidos. Luego adquirieron armas, con lo que Anastacio entró a la jugada; algunas fueron intercambiadas por 33 kilos del opioide en febrero de 2023, en Los Ángeles.
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