El charro mexicano es un símbolo de este país, así como es el ejemplo de caballerosidad, tradición y orgullo, y son representados como jinetes y domadores, y es algo más como los hombres que aparecen en la televisión.
Origen del charro mexicano
De acuerdo a Botines Charros, la historia del charro comenzó en el siglo XVII, actualmente, son los descendientes de los vaqueros indígenas que antes eran esclavizados y después trabajadores para colonos españoles para administrar sus haciendas.
Los españoles metieron caballos a México, sin embargo, inició una ley para que los indígenas mexicanos no montaran estos animales, al menos que un terrateniente de España lo permitiera.
Además, los hombres que podían montar los caballos tenían prohibido vestirse como los españoles, así, no había vaquero mexicano que pudiera ser confundido con un integrantes de la clase alta española.
A partir de estas leyes, los mexicanos crearon un nuevo estilo de moda utilizado sólo por charros mexicanos, ahora con ropa ajustada de cuero y gamuza, con diseños de plantas nativas hechos con fibras de cactus cultivadas, además de un sombrero de ala ancha, hecho con el pelo de sus propios caballos.
Con el paso de los años, los indígenas charros destacaron en el desarrollo de su propio estilo de montar a caballo, siendo así trabajadores valiosos para los terratenientes debido a que así podían proteger mejor sus propiedades. Fue hasta 1810, que los charros se revelaron contra los españoles y pelearon por la libertad del país.
¿Cuáles son las características de los charros?
La Federación Mexicana de Charrería clasifica el traje de charro en cuatro categorías diferentes, el de faena, media gala, gala y el de gran gala.
El traje de faena es utilizado por las clases bajas para las labores del campo, en las mujeres se parecía el uso del percal estampado en cuadros o en vichy, generalmente en tonos azules y blancos o en negro y blanco.
Mientras que el traje de media gala, siendo el más básico, consta de sombrero de fieltro adornado con chapetas de plata, una camisa de cuello volteado en la parte superior. Para la parte inferior sobresale un pantalón con adornos de gamuza en los lados. También va con una chaqueta o casimir con tres presillas en cada manga y un broche en el pecho y corbata.
El traje de gala puede variar entre el gris, azul obscuro o negro, incluye la gamuza, sombrero galoneado y botonadura de plata desde la cintura hasta el tobillo y adornos discretos.
Por último, el traje de gran gala, varía entre el negro y el gris, con botonadura fina, sombrero de fieltro fino gris o blanco, chaleco con botones pequeños que combinen con la botonadura de fuera y cinturón de hebilla de plata.
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