Lo que comenzó como un percance vial a la altura del kilómetro 279, cerca de la caseta de cobro de Feliciano, se ha transformado en un estrangulamiento logístico sin precedentes para el Puerto de Lázaro Cárdenas.
El cierre total de la Autopista Siglo XXI, que ya supera las ocho horas de duración, ha provocado un colapso en el movimiento de carga terrestre, dejando pérdidas económicas millonarias y una ruptura crítica en las cadenas de suministro que conectan al Pacífico con el centro del país.
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¿Cómo afecta el cierre vial al comercio en Michoacán y otras localidades?
El escenario es desolador: filas kilométricas de tráileres, contenedores y autobuses permanecen varados en ambos sentidos de la vía. Para una de las arterias más importantes del comercio nacional, cada minuto de inactividad se traduce en un golpe directo a la logística portuaria.
Las empresas transportistas han manifestado su preocupación, ya que el bloqueo impide cumplir con los estrictos itinerarios de entrega y compromete seriamente los contratos comerciales internacionales.
Los operadores varados han señalado que el impacto va más allá del tiempo perdido; se reportan costos adicionales por el consumo innecesario de combustible y el aumento en el pago de horas-hombre.
Además, existe un riesgo latente para los procesos industriales que operan bajo el modelo de inventarios ajustados (just-in-time), donde la falta de una pieza o materia prima puede detener líneas de producción completas en otras regiones de México.
Ante la imposibilidad de utilizar la red carretera, el Puerto de Lázaro Cárdenas ha visto cómo su principal vía de evacuación de mercancías queda inutilizada. Esta parálisis ha dejado al ferrocarril como la única alternativa operativa, aunque insuficiente para absorber el volumen total de contenedores que diariamente circulan por la Siglo XXI.
La incertidumbre crece entre los sectores productivos, ya que la extensión del bloqueo amenaza con generar un efecto dominó en otros centros de distribución y nodos logísticos nacionales.
Mientras las autoridades trabajan en el retiro de las unidades siniestradas para restablecer el flujo, el sector transporte advierte que la recuperación del ritmo logístico tras ocho horas de inmovilidad total podría tardar días en normalizarse, afectando la competitividad del puerto más importante del estado.
LG