La encargada de la Comisión Estatal de Búsqueda en Veracruz, Brenda Cerón Chagoya, descartó brindarle protección especial a la madre buscadora Araceli Salcedo, quien el pasado sábado 21 de agosto fuera despojada de su camioneta por un grupo armado en las Cumbres de Maltrata, sobre la autopista Veracruz-Puebla.
Cerón Chagoya lamentó que la madre buscadora y su familia hayan sido agredidos por el grupo armado, pero señaló que no es el gobierno estatal el responsable de cuidarlas, menos atender la recomendación que hizo la ONU al gobierno de Veracruz, a través de Alan García Campos, representante en México de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de dar protección a estas madres buscadoras.
Brenda Cerón asegura que Araceli Salcedo ya recibe protección del Gobierno Federal
La representante deslindó al estado de este tema pues dijo que ya Araceli Salcedo tiene seguridad por parte del gobierno federal, cuenta con mecanismos de protección federales.
Insistió que la protección de las madres buscadoras no es competencia de su organismo.
“Nosotros lo que hacemos es coordinar y gestionar, (la protección) no depende del mecanismo estatal de búsqueda”.
El propio gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se deslindó del asalto sufrido por la madre buscadora Araceli Salcedo, al señalar que sucedió en territorio de Puebla y límites con Veracruz.
¿Cómo fue el robo de la camioneta de la madre buscadora Araceli Salcedo?
El mismo día que debía haber festejado el cumpleaños de su hija desaparecida, la madre buscadora Araceli Salcedo fue interceptada por sujetos armados que se llevaron el vehículo en el que viajaba con su familia, en los límites entre Veracruz y Puebla.
La fundadora del colectivo Familias de Desaparecidos Córdoba-Orizaba narró que este sábado viajaba a la Ciudad de México, cuando en la autopista 150-D un tráiler hizo un movimiento brusco y posteriormente observó a los sujetos armados.
Ella viajaba de copiloto. Su hijo manejaba y atrás iba su nuera con tres niños, uno de ellos apenas de 10 meses de edad.
Primero pensó que los sujetos armados iban tras el trailero, pero pronto se dieron cuenta que no.
“Ya no nos pudimos echar para atrás, porque uno de ellos le apunta a través del parabrisas directamente a mi hijo, los otros se ponen de lado apuntándonos con armas largas”, narró.
Araceli aseguró que este lamentable hecho les robó la felicidad de un día de festejo.
“Un día donde teníamos que estar celebrando el cumpleaños número 33 de mi hija Fernanda, desaparecida desde el 7 de septiembre del 2012 a la edad de 21 años, nuevamente sufrimos un acto de violencia”.
Aún un día después de los hechos, la voz se le entrecorta a Araceli cuando recuerda lo ocurrido.
“En eso vemos que se van hacia la parte trasera de la camioneta. Ya habían despojado a mi hijo de un teléfono. Y a mi nuera le estaban exigiendo el suyo. Yo volteo y veo cómo uno de ellos le arrebata a mi nieto su juego Nintendo, a un niño de 10 años, un hombre empistolado, quitarle su juego”, narró.
La familia de Araceli era seguida desde otro vehículo por un escolta que el gobierno federal le brinda a la madre buscadora, pero que no pudo hacer nada ante los sujetos armados.
Finalmente, Araceli y su familia lograron bajar de la camioneta Honda CR-V y los sujetos armados huyeron con la camioneta. El robo fue grabado por un trailero a la distancia, imágenes que fueron compartidas en redes sociales.
“Yo miraba con impotencia tantos vehículos, tantas personas que estaban ahí, todos veían y yo entiendo su miedo de ellos también”, agregó Araceli.
Desde al menos un año se han denunciado robos en la misma carretera. Incluso asaltos masivos.
“De verdad que es algo terrible, algo que no se lo deseo a nadie, algo que no debería estar pasando nadie, yo ni siquiera iba de viaje, venía a Ciudad de México con tiempo para poder llegar a mis estudios y someterse a un tratamiento nuevo de Cáncer, con medicina nuclear”, lamentó la madre buscadora.
La madre buscadora afirmó que aún tiene secuelas por el robo.
“Estoy en shock aún, tan solo el cerrar los ojos los veo a ellos, encañonando a mi hijo. A mis nietos. Mi nieta lloraba, mi nieto también. Me abrazaban. Y solamente decía mi nieta: abuelita, yo tenía mucho miedo de que te llevaran; abuelita, si te hubieran disparo qué hacemos, abuelita”.
La activista lamentó que el gobierno no haga nada para acabar con este tema de la delincuencia en las cumbres de Maltrata.
ERV