La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyó en enero 23 sembradíos de hoja de coca en Guerrero, el doble de las últimas tres décadas, cuando las autoridades erradicaron 11.
Fuentes del gobierno mexicano informaron a MILENIO que la entidad se ha convertido en el epicentro de producción de esta droga.
Afirmaron que se tienen en la mira este tipo de plantíos que se han multiplicado como nunca antes había ocurrido y que se mantienen escondidos entre plantíos de café y maíz.
Apenas la semana pasada, MILENIO dio a conocer que la producción de hoja de coca está repuntando en México, y es que el Ejército detectó y eliminó 70 plantíos de hoja de coca en 2022, cuando en los últimos 30 años solo se habían encontrado 11.
Estos plantíos prendieron las alertas en el gobierno federal ante lo que consideran un trabajo de experimentación de los grupos criminales, pero más consolidado que en años anteriores. Es decir, el narco quiere apostarle a la producción de coca mexicana en la sierra de Guerrero.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa, el Ejército investiga sobre la producción de esta planta en el país desde 1990, pero únicamente tuvo resultados en cuatro diferentes años.
En 2014 se encontraron tres plantíos en Chiapas; en 2020 uno en ese mismo estado. Para 2021 la producción se trasladó a Guerrero en donde se detectaron 7 plantíos y para 2022 en la misma entidad ya fueron 70, un crecimiento de 900 por ciento.
Los 70 plantíos destruidos por las fuerzas armadas tenían una extensión de 33 hectáreas y según los cálculos oficiales cada hectárea puede producir hasta siete kilogramos de cocaína con un valor de hasta 12 mil 500 dólares por kilo.
Es decir, estos terrenos de experimentación significarían ganancias de más de 2 millones 800 mil dólares, que equivalen a más de 50 millones de pesos, pues de las hojas de la coca se produce la cocaína tras ser sometida a diversos procesos químicos.
Esto demuestra que la experimentación del narco con la planta está más consolidada que en intentos anteriores, pues en la actual administración se han encontrado, además, dos laboratorios y 23 almácigos, que son pequeños depósitos donde se siembran las semillas para después trasplantarlas.
Pese a los constantes operativos y poner como foco de atención la producción de hoja de coca, las fuerzas federales no han logrado detener a ninguna persona en los plantíos encontrados.
En Guerrero, en entrevista con MILENIO, el coronel caballería DEM Carlos Javier Pérez Vara detalló que la milicia emplea lo último en tecnología para la medición y registro de cultivos, entre los que destacan teléfonos Vitrium y drones.
“Se emplea tecnología, tenemos teléfonos Vitrium, para llevar a cabo la medición de los plantíos, los cuales son registrados. Y esta información se manda al Centro Nacional de Planeamiento, Análisis e Información contra la Delincuencia Organizada".
“También contamos con drones, estos aparatos, esta tecnología es útil y nos permite llevar a cabo reconocimientos en el área del terreno; donde personal no puede acceder y evitar cualquier tipo de situación empleamos los drones”, dijo.
Durante enero, la Sedena destruyó 23 sembradíos de hoja de coca escondidos entre cerros del macizo montañoso de la sierra de Atoyac de Álvarez, donde proliferan los sembradíos de hoja de Coca, y campamentos que se instalan entre cultivos de café y maíz.
Las actividades no solamente están encaminadas a la erradicación intensiva, también tienen como finalidad inhibir, evitar y destruir plantíos de amapola, marihuana, y la propagación de la hoja de coca.
Este miércoles, efectivos del Ejército Mexicano realizaron tareas para arrancar la planta y quemarla. Del mismo modo, se realizó la misma acción con los almácigos que se encontraron muy cerca de un área de campamento.
Cabe mencionar que las áreas de siembra y cultivo las ubican en zonas prácticamente sin acceso.
El mando militar, Pérez Vara, negó que durante los operativos para la erradicación de los plantíos hayan sido agredidos y aseguró que siempre se realizan operativos de seguridad en la zona y se emplea la tecnología.
cog