‘La Negra’ una de las criminales más buscadas en Tamaulipas fue detenida por las autoridades. Su sadismo estremece hasta a los soldados veteranos que vigilan el sur de la entidad.
También conocida como ‘La jefa’ es señalada como el terror del municipio de Mante al ser la jefa de plaza del Cártel del Noreste.
- Nacional
La delincuente fue capturada este 21 de junio durante un operativo secreto organizado por unos pocos miembros de la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Tamaulipas quienes debieron sortear un doble peligro para llegar hasta ella: la mujer más buscada de Tamaulipas tiene base social como líder criminal y como política local.
Cynthia Deyanira Garza Vázquez —su nombre real— es señalada por los servicios de inteligencia criminal del estado como una secuestradora que una vez que pone sus tenazas alrededor de sus víctimas éstas desaparecen, aunque sus familias hayan pagado el rescate. Los métodos que le atribuyen son despiadados, como torturar con pinzas y alambres de púas hasta matar y luego desaparecer el cuerpo esparciendo los restos en los cerros de la huasteca tamaulipeca.
Durante años habría operado una red de raptos, homicidios, desaparición forzada y extorsiones en Mante apoyada en una falsa identidad con la que se presentaba ante la sociedad: una supuesta activista de izquierda que lucha por los más pobres.
MILENIO obtuvo un documento oficial del Instituto Electoral de Tamaulipas en el que se establece que La Negra, objetivo criminal prioritario en el estado, fue registrada en 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) como aspirante a regidora por Mante, su zona de presunta operación criminal. Su suplente e íntima socia, Elizabeth Korrodi, intentaría en 2016 ser regidora de nuevo bajo las siglas del perredismo.
Quienes vivieron aquella campaña electoral recuerdan bien que Cynthia Deyanira Garza no era tímida sobre sus presuntos nexos con el crimen organizado. Durante la campaña usó su supuesto alias, repartió despensas de oscura procedencia y se hacía acompañar de hombres armados que le abrían paso por las colonias para pedir el voto a favor del sol azteca.
La Negra quería convencer a los electores mantenses que no había conflicto de interés entre ser perredista y tener socios peligrosos. Que cárteles y partidos políticos tienen más en común de lo que se cree en la región cañera de Tamaulipas.
Por el bien de todos, primero los narcos
Cynthia Deyanira Garza no sólo es acusada de ser una despiadada jefa de plaza, sino también de ser una efectiva operadora política que sabía conseguir votos a punta de pistola. Las autoridades de inteligencia la ubican como una “líder social” que ofrecía sus servicios al partido político que mejor pagara por su influencia en Mante: además de su pasado perredista, consiguió votos a favor de la campaña del ex gobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y en la última elección se le identificó como operadora electoral de Morena.
Su vida dio un vuelco el 12 de abril pasado, cuando su nombre apareció en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas: el acuerdo FGJE/06/2023 autorizaba el pago de 300 mil pesos como recompensa a quien diera información sobre la ubicación de La Negra, a quien se le había abierto una carpeta de investigación por secuestro agravado.
Apenas se supo el valor de la libertad de la también apodada Jefa, corrió por Mante una amenaza disparada por el Cártel del Noreste: quien diera la ubicación de la mujer más buscada en el estado sería considerado como un traidor. Y con el amago venía la orden de repetir hasta el cansancio que la cacería de Cynthia Deyanira Garza era una persecución política por su activismo a favor de las familias más pobres de la región.
Pero quienes sobreviven al asedio criminal en ese municipio tienen otros datos: por ejemplo, que antes de ser miembro del Cártel del Noreste, Cynthia Deyanira Garza fue una presunta integrante de Los Zetas Vieja Escuela, una escisión de dicha célula delictiva que pretende regresar al cártel a sus “valores originales”, es decir, la aniquilación y brutalidad como insignias. Su supuesto “padrino criminal” habría sido Francisco Carreón Olvera, alias Pancho Carreón, uno de esos viejos zetas que mataba como si quisiera despoblar Tamaulipas.
“Cinthya Deyanira Garza es conocida desde el 2010 o antes, pero no figuraba ya que uno de sus primos apodado Luchador fue ubicado como el jefe de plaza de Mante, Tamaulipas. Luego, ella se volvió más importante que él porque era más violenta”, contó una fuente de inteligencia criminal en el estado a MILENIO.
El apodo Luchador coincide con un hombre que también se apellida Garza —de nombre Nelson— y quien también es buscado por las autoridades de Tamaulipas, quienes ofrecen 250 mil pesos por información que lleve a su captura.
“En ese pequeño municipio, el negocio —además de la droga— está en controlar la universidad por medio de los porros, la venta de autos chocolates, la fayuca y extorsiones a negocios”, describió la fuente consultada.
La Negra parecía intocable gracias a su alianza criminal, su posición como generadora de votos en la política local y la base social que temblaba con sólo escuchar su alias. Sin embargo, la noche del 20 de junio su armadura se resquebrajó con un operativo: agentes embozados de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro la sorprendieron en casa, le mostraron una orden de aprehensión por un secuestro de diciembre del año pasado y la detuvieron sin hacer un solo disparo.
La noticia se mantuvo en secreto y lejos del Registro Nacional de Detenciones hasta las 7:11 de la mañana del 26 de junio, cuando la fiscalía tamaulipeca informó con un tuit la caída de La Negra, la generadora de violencia, víctimas y votos.
mvls