Este 1 de octubre de 2024, México marcó un hito en su historia política. En una ceremonia solemne y significativa, Claudia Sheinbaum asumió el cargo de Presidenta de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en el país.
Su discurso, lleno de emoción y determinación, concluyó con una frase que resonó en todo el país: "Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos". Con esas palabras, Sheinbaum dejó claro que su llegada al poder es también una victoria para todas las mujeres mexicanas.
El acto de toma de posesión, celebrado en el Honorable Congreso de la Unión, contó con la presencia de líderes y representantes de más de 100 países, destacando la relevancia internacional que ha alcanzado México en los últimos años.
Entre los invitados especiales figuraron mandatarios de América Latina como Gabriel Boric de Chile, Gustavo Petro de Colombia y Lula Da Silva de Brasil. También estuvo presente la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, en representación del presidente Joe Biden, y altos dignatarios de Europa y Asia, reafirmando los lazos de amistad y cooperación de México con la comunidad global.
¿Qué dijo en su discurso Claudia Sheinbaum?
Sheinbaum comenzó su discurso agradeciendo a los invitados y al pueblo de México, recordando su compromiso con la Constitución y con el bienestar de la nación. Al tomar protesta, expresó con firmeza: “por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo ‘llegamos’ porque no llego sola, llegamos todas”.
Con ello, Sheinbaum dio inicio a un nuevo capítulo en la historia del país, uno en el que las mujeres están al mando, y el cambio, según sus propias palabras, es “inevitable y necesario”.
La presidenta subrayó que su gobierno se regirá por los principios del "humanismo mexicano", un enfoque basado en la justicia social, la austeridad y la lucha contra la corrupción.
Puso énfasis en la defensa de los derechos humanos y las libertades, comprometiéndose a garantizar la libertad de expresión, reunión y movilización en su gobierno. "Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo", aseguró, enviando un mensaje de paz y unidad al país.
El discurso de Claudia Sheinbaum no sólo fue un homenaje a las mujeres mexicanas y un reconocimiento al legado de Andrés Manuel López Obrador, sino también una declaración de principios que marcará su presidencia. A lo largo de su intervención, Sheinbaum reiteró su compromiso con las causas sociales.
Uno de los puntos clave de su discurso fue la igualdad de género, un tema central para la primera presidenta de México. "Hoy llegamos las mujeres al poder, no para confrontar, sino para reconciliar", afirmó, subrayando que su mandato estará basado en la colaboración, no en el antagonismo.
En un país donde la violencia de género y la discriminación siguen siendo problemas graves, Sheinbaum dejó en claro que la igualdad de derechos será una prioridad de su administración.
Su llegada al poder, según explicó, representa "una victoria de todas las mujeres mexicanas, en especial de las más humildes y trabajadoras".
La presidenta también aprovechó la oportunidad de agradecer a las mujeres que la precedieron y abrieron el camino en la política, como Rosario Ibarra y Beatriz Paredes, destacando que ellas también son parte de la historia de la transformación del país.
Además de su enfoque en la justicia social y la equidad de género, Sheinbaum también se comprometió a seguir defendiendo la soberanía de México en el escenario internacional.
"Nuestra política exterior seguirá siendo de no intervención y de respeto a los derechos de los pueblos", afirmó, alineándose con los principios históricos de la diplomacia mexicana.
Subrayó la importancia de mantener relaciones de respeto y cooperación con otras naciones, especialmente con América Latina, una región clave para México.
Finalmente, Claudia Sheinbaum cerró su discurso con un mensaje de esperanza y optimismo para el futuro de México. "El cambio verdadero está en marcha, y no habrá retroceso".
“Soy madre, abuela, científica, mujer de fe y a partir de hoy, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todas y todos, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi historia y mi vida misma al servicio de la Patria. Juntas y todos consolidaremos un México cada vez más próspero y justo. ¡Que viva la Cuarta Transformación, que viva México!”, finalizó.
EB