Los militares de México están confrontando a grupos del crimen organizado que se vuelven cada vez más mortales. Durante el transcurso de la primera mitad del año, los miembros de las fuerzas armadas sufrieron 24 bajas en 152 ataques. Esto significa que un soldado fue abatido por cada seis enfrentamientos, lo que sugiere que el año 2023 podría convertirse en el más letal para el Ejército en una década.
En 2013 se registraron también 24 soldados asesinados, pero en ese año recibieron 482 agresiones, una tasa de un militar muerto cada 20 enfrentamientos, según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En un documento obtenido por MILENIO, en el que la Sedena pidió a la Secretaría de Hacienda 119 millones de pesos para fabricar nuevos vehículos blindados, la propia dependencia reconoció que los grupos delictivos cuentan con armamento del mismo calibre que las fuerzas armadas y que realizan trabajos de “contrainteligencia” para enfrentar a las autoridades federales.
"El personal de la delincuencia organizada, como parte de la contrainteligencia, conoce el nivel de protección de los vehículos con el que se cumplen los servicios durante los desplazamientos, y con eso saben con qué tipo de armas y municiones pueden agredir al personal y los vehículos.
“El número de militares muertos debido a las agresiones va al alza, toda vez que en el presente año han ocurrido 24 bajas, dato que es mayor de los años anteriores, por lo que es importante evitar que este número vaya en incremento y brindar al personal militar la seguridad adecuada antes las agresiones por delincuencia organizada o asociación delictuosa”, señala el proyecto.
En este año, las fuerzas armadas han sido atacadas mediante artefactos explosivos soltados por drones o incluso mediante minas de fabricación casera, principalmente en la región de Tierra Caliente, en Michoacán, pero también en otras partes del país.
A inicios de año, el 21 de enero, el coronel de Infantería Héctor Miguel Vargas Carrillo fue emboscado y asesinado por presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras patrullaba con sus escoltas el municipio de Coalcomán, en Michoacán.
Mientras que el 17 de marzo, personal del 34 Batallón de Infantería fue emboscado por La Familia Michoacana, en la comunidad serrana El Capire, en Coyuca de Catalán, Guerrero, lo que dejó un saldo de dos elementos muertos y otros dos heridos.
Especialistas en seguridad ven una delincuencia más poderosa
MILENIO consultó a especialistas en materia de seguridad, quienes señalaron que el incremento en la letalidad del crimen organizado se debe al uso de armamento de alto calibre y otros equipos como drones y minas terrestres para atacar a las fuerzas armadas y corporaciones policiales.
José Antonio Álvarez, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el número de militares asesinados puede sostenerse o aumentar porque a diferencia de otros años hay “una delincuencia organizada más poderosa”.
“Es letal, tienen la capacidad de enfrentarse de tú a tú con el estado, al menos en los supuestos de los operativos, digamos en su forma de operar, patrullajes. Están siendo muy letales, están siendo muy frontales, tienen capacidad de respuesta”, dijo.
Consideró que la Sedena debe actualizarse y aumentar sus capacidades para dotar de mejor equipo a sus elementos desplegados en regiones con altos índices delictivos para así reducir las bajas en sus filas.
“El Ejército tiene que aumentar sus capacidades, aumentar el gasto, mover otras estrategias y algunas de ellas es que también tendrá que ser más letal, no quisiéramos que así sea, pero antes enemigos que sí lo son pues la respuesta tendría que serlo. Eso también pone a relieve otra vez la estrategia, qué está pasando con la estrategia, hay lealtad sí, hay chamba sí, pero ahí están los resultados”.
cog