Joaquín Guzmán Loera, conocido como El Chapo, es el ex líder del Cártel de Sinaloa y uno de los capos más populares del mundo, debido al poder que consiguió a través del crimen organizado y sus fugas de todo tipo de cárceles de máxima seguridad mexicana.
Sin embargo, el hecho de que se haya fugado en tantas ocasiones responde también a que ha sido detenido en varias ocasiones por las autoridades mexicanas en varias ocasiones. La tercera vez tuvo lugar en 2014, misma que sería tampoco lograría ser la definitiva para el capo, quien actualmente se encuentra recluido en los Estados Unidos.
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Las detenciones de El Chapo han sido todas en diferentes lugares: en Guatemala, Mazatlán y Los Mochis. En TELEDIARIO recordaremos cómo fue la penúltima, cuando Guzmán Loera logró ser detenido gracias a un operativo de las fuerzas armadas mexicanas en un departamento con vista al mar sinaloenese.
Cómo fue capturado ‘El Chapo’ Guzmán en 2014.
El 11 de julio de 2015, Joaquín Guzmán Loera escapó a través de un túnel que conectaba a su celda con un inmueble en hora negra ubicado a unos 15 minutos del Altiplano, prisión de máxima seguridad en la que se encontraba recluido.
El 22 de febrero de 2014, 17 meses antes de su fuga, El Chapo era un objetivo prioritario del gobierno federal mexicano, entonces encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, mismo que desplegó un operativo en el malecón del municipio de Mazatlán, Sinaloa.
A las 3:45 empezó la sigilosa movilización de las Fuerzas Armadas. En 10 camionetas oficiales tipo pick up, 65 efectivos de la Marina llegaron a los condominios Miramar, en el 608 de la Avenida de Mar.
Ahí se ubicaba un edificio de 27 departamentos confortables: cada uno contaba con dos habitaciones, sala, comedor, cuarto de lavado y secado, así como con balcones con vista al mar, usualmente rentados en 13 mil pesos o mil dólares mensuales.
El lugar no contaba con vigilancia especial, más allá de un guarda de seguridad privada. De hecho, la alberca elevada hasta la altura de un piso daba directamente al malecón, y era posible verla desde la calle con todo y camastros.
Los servicios de inteligencia del Estado mexicano, en conjunto con los de Estados Unidos (en particular de la DEA), detectaron que el objetivo dormía ahí desde dos días antes. Estaba en el cuarto piso, en el apartamento 401.
Los marinos ingresaron al lugar. Un vigilante del narco más buscado por México y Estados Unidos fue sometido en la planta baja, donde dormitaba. Más tarde se supo que este hombre de confianza de El Chapo era Carlos Manuel Hoo Ramírez.
Los marinos subieron silenciosamente por el elevador y las escaleras. Abrieron la puerta de madera con fuerza, pero sin estruendo. La cerradura quedó rota. Se desplazaron hasta las habitaciones. En una estaba acostado en la cama un hombre de bigote con una camiseta roja tipo Polo.
Pese a que el objetivo forcejeó e intentó tomar un cuerno de chivo que estaba junto a su cama, fue sometido por los uniformados. No obstante, el capo tiró manotazos, patadas y, en consecuencia, le dieron cuatro golpes: en el pómulo izquierdo, en el derecho, debajo de la ceja derecha y en la frente del mismo lado.
La playera quedó rota en los jaloneos. Tenía los ojos inyectados de adrenalina y el rostro con expresión anonadada. El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, organización criminal más grande de México, estaba sometido.
A las 6:40 horas Joaquín Archivaldo Guzmán Loera fue oficialmente detenido por marinos. Lo bajaron a la planta baja, entraron al estacionamiento, le tomaron fotos junto a un coche deportivo blanco, lo introdujeron en una Cheyenne doble cabina y lo subieron a un helicóptero.
El capo estaba detenido, pero desde entonces, su esposa, hijos y allegados comenzaron a planear cómo sacarlo de prisión.
KT