Para que José Noriel Portillo Gil, El Chueco, pudiera apoderarse de una parte importante de la sierra Tarahumara para sus actividades criminales, tuvo la complicidad, al menos, de la policía municipal de Urique.
Así lo confirman indagatorias de autoridades en Chihuahua, las cuales descubrieron que el tío de El Chueco es director de esta corporación en Cerocahui, comunidad donde el pasado 20 de junio asesinó a dos sacerdotes jesuitas, un guía turístico y un joven de 22 años.
“De alguna manera eso también nos lleva al nivel (de impunidad y 'poderío') que estaba manejando (El Chueco) en la zona”, aseguró en entrevista el fiscal General del Estado, Roberto Fierro Duarte.
Pero ese hallazgo sólo fue la punta del iceberg: durante el operativo desplegado por los gobiernos federal y estatal para capturar a Noriel Portillo, una de las 13 personas detenidas hasta el momento se trataba de su primo, quien, más allá de su parentesco, portaba un arma de la Seguridad Pública Municipal de Urique.
En otra detención de un sicario se presentó la misma situación que el primo de El Chueco; ambas armas no estaban reportadas ni como robadas ni como extraviadas.
"Para nosotros es muy importante determinar jurídicamente qué pasó con esas armas", enfatizó en entrevista con MILENIO el secretario de Seguridad Pública (SSP) de Chihuahua, Gilberto Loya.
Derivado de este hallazgo, la SSP de la entidad, con apoyo del Ejército, comenzó a realizar revisiones a las policías municipales de la zona. La primera fue la de Urique, a la cual le fueron aseguradas y resguardadas 15 armas cortas, 41 largas, 39 cargadores y 869 cartuchos útiles porque los uniformados que las portaban no estaban acreditados.
“No podían tener armamento para 50 policías cuando únicamente poco menos de 20 cumplían con el requisito para portación de armas de fuego”, aclaró Loya Chávez.
Parte de la indagatoria reveló que estos policías municipales en Urique no aprobaron las pruebas de control y confianza, a pesar de ello, la administración estatal anterior les permitió seguir en funciones y armados, según confirmaron a MILENIO autoridades federales.
La segunda Seguridad Pública Municipal inspeccionada fue la de Maguarichi, a la cual le aseguraron y resguardaron 12 armas cortas, 11 largas, 37 cargadores y 511 cartuchos útiles, pues tampoco cumplieron con la normatividad estatal.
En total, el Ejército y la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua han asegurado y resguardado, hasta el momento, 79 armas, entre cortas y largas, 76 cargadores, y mil 380 cartuchos útiles.
“Es importante retirar armas que pudieran estar sirviendo más para la delincuencia organizada que para la misma policía y protección de la población”, subrayó el secretario Loya, quien reveló que ya envió una comunicación oficial a todas las policías municipales del estado para que en 15 días comprueben la documentación que avala que sus elementos pueden portar las armas que portan.
"Ya fueron notificadas de lo que existe en nuestro registro", abundó.
Para que un policía municipal pueda portar legalmente un arma de fuego, explicó el secretario Loya, tiene que estar dado de alta en la licencia oficial colectiva del estado y cumplir con una serie de requisitos que te acrediten como tal.
La licencia oficial colectiva para portar armas de fuego es administrada por la propia SSP estatal, la cual es encargada de dotar de armamento y cartuchos a las Policías municipales.
Por si fuera poco, autoridades federales y estatales también aseguraron una unidad balizada de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Urique “involucrada en delitos”.
cog