Emma Coronel, esposa del ex líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, fue liberada este 13 de septiembre tras cumplir dos años y siete meses en prisión, como parte de su sentencia tras haber llegado a un acuerdo de culpabilidad por tres cargos relacionados con tráfico de drogas, lavado de dinero e involucramiento con un narcotraficante designado, confirmó a MILENIO Donald Murphy, oficial de relaciones públicas del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos.
“Podemos confirmar que Emma Coronel Aispuro fue liberada de la custodia del Buró Federal de Prisiones hoy, 13 de septiembre de 2023. Por privacidad, salvaguarda y seguridad, el Buró Federal de Prisiones no proveé información adicional de quienes ya no se encuentran bajo su custodia” explicó Murphy.
Aún le restan cuatro años de libertad supervisada, durante los cuales por orden de un juez, deberá obtener un empleo, informar donde vivirá, no portar armas ni sustancias nocivas y entregar una prueba de su ADN, entre otras cosas.
El 22 de febrero de 2021, Coronel fue detenida en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en Virginia, y el 30 de noviembre de 2021, Coronel fue sentenciada a tres años de prisión y debió pagar un millón y medio de dólares por su involucramiento como operadora y mensajera del Cártel de Sinaloa, al colaborar directamente con su esposo, Joaquín Guzmán Loera, con quien se casó en 2007, cuando Coronel tenía 18 años.
Fiscales de Estados Unidos pidieron cuatro años de prisión en contra de Coronel, a quien señalaban como “un diente en el gran engranaje de una organización criminal muy poderosa”, y quien “desde el día de su boda hasta el día de su arresto se benefició de ganancias del tráfico de drogas.”
Según la acusación en su contra, Dámaso López Núñez, El Licenciado, ex liderazgo del Cártel de Sinaloa, aseguró que Los Chapitos, Ovidio, Iván, Jesús y Joaquín Guzmán, todos hijos de El Chapo, participaron en la organización de la fuga de su padre del Penal del Altiplano, en el Estado de México, el 11 de julio de 2015, que contrataron ingenieros para construir el túnel que corría desde la parte inferior de la regadera de su celda a un terreno que había sido previamente comprado y consiguieron un reloj con GPS para poder rastrear su ubicación durante la huida del ex líder del Cártel de Sinaloa.
“Organizó con Iván, Jesús Alfredo, Ovidio, Joaquín, el escape por un túnel del penal del Altiplano (…) llevó un reloj GPS escondido en comida para que los ingenieros conocieran las coordinadas geográficas específicas para construir el túnel”, se lee en la acusación.
El Licenciado dijo que incluso habían analizado la posibilidad de que escapara nuevamente en 2016, pero finalmente fue trasladado al penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, y luego extraditado a Estados Unidos.
Agentes estadunidenses dicen que en una carta, firmada por El Chapo en 2014, donde desde el Penal del Altiplano, Guzmán Loera indica que Emma Coronel, junto con sus cuatro hijos, líderes de Los Chapitos, debían ponerse de acuerdo para controlar aspectos financieros del cártel.
Según los fiscales también funcionaba como mensajera entre El Chapo y miembros del Cártel mientras su esposo se encontraba en prisión… y que recibió dinero de la venta de drogas para solventar algunos gastos: “Desde el día de su boda hasta el día de su arresto (...) se benefició de ganancias del tráfico de drogas”, aseguró la fiscalía estadunidense en el expediente en contra de Coronel.
Emma Coronel cumplió los últimos meses de su condena, en el Complejo Residencial de Reinserción de Long Beach, en California, en confinamiento comunitario, bajo un programa de reinserción que le permitía buscar empleo, realizar talleres e incluso formar parte de programas de abuso de sustancias, e incluso permitía la prisión domiciliaria en caso de cumplir con los requisitos.
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