El gobierno de España aseguró que la relación con México es “estratégica” y “va más allá de declaraciones verbales súbitas”, en respuesta a la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de ponerla “en pausa”.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, informó que la oficina a su cargo no ha recibido comunicación oficial en ese sentido y entiende que las palabras del presidente las hizo en “un contexto informal”.
“No hay una comunicación oficial (de México), nada se nos ha informado; hay que preguntarle (al presidente) qué ha querido decir y cuál es el tenor oficial” de sus declaraciones, señaló.
Por la mañana, el mandatario mexicano planteó “hacer una pausa en las relaciones” con España con la finalidad de eliminar el “contubernio” y la “promiscuidad económica” que se generó entre gobiernos y empresas de ambas naciones en sexenios pasados.
“A mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizaran para hacer una pausa, creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego a los pueblos de México y de España, hacer una pausa en las relaciones, porque era un contubernio arriba, una promiscuidad económica, política en la cúpula de los gobiernos de México y España, pero como tres sexenios seguidos... y México llevaba la peor parte, nos saqueaban”, destacó.
Desde el Salón Tesorería, López Obrador comentó que si ambos países se dan tiempo será para que exista respeto mutuo y España “deje de vernos como tierra de conquista, porque no queremos que nos roben”.
En este sentido, reiteró que en el gobierno de Vicente Fox se favoreció a Iberdrola, con Felipe Calderón a Repsol y con Enrique Peña Nieto a OHL.
“Vale más darnos un tiempo, una pausa, a lo mejor cuando cambie el gobierno se restablecen las relaciones; yo desearía que cuando ya no esté aquí no sean como antes las relaciones”, puntualizó el mandatario.
Casi de inmediato, López Obrador evitó precisar qué representaba esa “pausa” en las relaciones bilaterales y aclaró que no habrá una petición formal a las autoridades españolas, porque se trató solo de “un comentario”.
—¿Se va a pedir la salida del embajador?
—¡No, no, no, para nada! Hay que irnos despacio, una pausa, nos conviene, una pausa, un tiempo, porque eso que sucedió…
—¿Se hará petición formal?
—No, no, no, no se puede hacer.
Imagínense los internacionalistas: si de por sí me cuestionan porque soy de Tepetitán. Implica un comentario, ya no puedo hacer ningún comentario, es una plática aquí, una conversación, para que la gente tenga todos los elementos; se tiene que socializar, hay que garantizar el derecho del pueblo a la información.
Sin embargo, precisó que sus señalamientos son contra los gobiernos y empresas españolas, no contra el pueblo del país ibérico.
“¿Qué quiso decir?”
Desde la ciudad de Lyon, Francia, donde se encuentra en una reunión con cancilleres europeos que analizan la crisis en Ucrania, el ministro José Manuel Albares insistió en que las declaraciones del presidente mexicano se hicieron en un contexto informal.
“Si esas declaraciones se han producido y esa es la palabra que ha usado (pausa en las relaciones), insisto en que eso no tiene una traducción oficial y no se ha comunicado nada oficialmente; habrá que preguntarle al presidente López Obrador qué es lo que quiso decir y cuál es el tenor oficial que esas declaraciones”.
El canciller Albares aprovechó la oportunidad para mostrar su sorpresa por esas afirmaciones y recordó que “contradicen” las palabras del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, con quien conversó la semana pasada en la toma de posesión de Xiomara Castro en Honduras.
El ministro español reiteró que “la relación entre España y México es una asociación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas o de palabras puntuales”.
También aclaró que “el gobierno de España no ha incurrido en acciones que puedan justificar una declaración de este tipo”.
Subrayó que las buenas relaciones entre los dos países se confirman en “los flujos de inversión en ambas direcciones” que hay desde hace años y que “no hacen más que incrementarse”.
“Lejos de la pausa, estamos hablando de un incremento en nuestras relaciones empresariales, que ambos gobiernos debemos acompañar”, concluyó José Manuel Albares.
El término “pausar”
El ex embajador Héctor Vasconcelos consideró que la “pausa” en la relación con España no significa ruptura ni un problema con el pueblo o el gobierno españoles.
—¿Qué significa estar en pausa en esta relación?
—Mejorar. Cuando uno se da una pausa hasta en una relación personal generalmente ya retoma la relación con una mayor madurez emocional y en una mejor madurez política cuando se trata de relaciones (entre países).
—¿El término “pausa” existe en la diplomacia?
—No, no es algo que yo recuerde como tal, pero en los hechos se hace muchas veces.
A veces entre distintos países se deja de nombrar al representante, ya sea embajador, por algunos meses. Creo que de facto sí existe, aunque no necesariamente en términos formales.
La “pausa” en las relaciones con España no es la primera polémica surgida entre ambos países. En marzo de 2021 el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al rey Felipe VI (además del papa Francisco) que pidiera perdón a los indígenas de México por los abusos cometidos durante la Conquista.
cog