Los niños son los que más mueren al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos. El registro de la Secretaría de Relaciones Exteriores revela que, durante los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, murieron mil 478 mexicanos buscando llegar a la unión americana de manera irregular, de ellos, 308 tenían entre cero y 17 años.
Los expertos en derechos de la infancia y activistas en la frontera, atribuyen este fenómeno al aumento en la pobreza en el país derivado de la pandemia de covid-19, pero también a la violencia creciente generada por el crimen organizado en algunos estados del país y al control que tienen estas mismas bandas de las rutas migratorias.
Las cifras oficiales muestran que de 2019 a 2021 murieron:
308 mexicanos menores de 17 años
252 de 18 a 25 años
242 de 26 a 35
182 de 36 a 45
82 de 46 a 55
30 de 56 a 65
9 de 66 a 75 y uno de 76 años en adelante
Además, se desconoce la edad de 372 víctimas.
"En el caso de niños y personas jóvenes, sabemos que los motivos por los que huyen son por violencia del crimen organizado, por condiciones de pobreza severa y también otro elemento muy fuerte para niños, niñas y adolescentes, la reunificación familiar, es decir, su padre o madre están en Estados Unidos y están buscando reunificarse.
"Y hay un factor central, que ya las rutas migratorias desde hace más de 13 años está controlada por el crimen y eso implica un gran negocio y un gran riesgo porque todas las muertes que estamos viendo en la ruta migratoria están vinculadas a las pugnas, los conflictos entre grupos criminales en complicidad con autoridades", explicó a MILENIO, Juan Martín Pérez, secretario ejecutivo de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.
Desde 2019, la muerte de mexicanos se disparó. Según el registro que lleva la cancillería, en 2019 cuando fueron 337 víctimas, para 2020 sumaron 422 y en 2021 esta cifra se disparó a 719, la más alta en los registros oficiales que datan de 2004.
En el caso de los niños muertos, los registros son similares y en aumento: 55, 109 y 144 respectivamente en los últimos tres años.
"El crimen organizado y su control territorial, las políticas migratorias que han establecido los Estados Unidos y México y estas narrativas sustentadas en los intereses norteamericanos y no de la población y los derechos humanos, se traducen en muertes inevitablemente", agregó Pérez.
La cancillería mexicana tiene bien identificado el fenómeno en estos tres años de gobierno, pues en sus registros se puede conocer el lugar de origen de las víctimas e incluso la causa de muerte.
En este sentido, el informe muestra que el mayor número de víctimas identificadas eran originarias de Guanajuato (77), Oaxaca (68), Chiapas (68), Puebla (62), Estado de México (59) y Michoacán (58).
Las principales causas de muerte de los mexicanos en general que buscan el sueño americano son deshidratación, ahogamiento y accidentes, pero también hay otros motivos como hipotermia, complicaciones de salud y hasta se registró un homicidio.
Estas muertes ocurrieron principalmente en las fronteras con Arizona, Texas y California.
Crimen y pobreza
Para la directora de la asociación civil Border Youth, Andrea Rincón, los migrantes mexicanos menores de edad que llegan a la frontera con Estados Unidos están huyendo principalmente de la pobreza y la violencia.
La abogada y activista ubicada en Tijuana, comentó a MILENIO que el año pasado, por ejemplo, atendió a un grupo de hermanos originarios de Michoacán y de Guerrero que llegaron solos a esa ciudad fronteriza buscando cruzar al otro país.
Ellos, alentados por su madre, huyeron de sus municipios de origen porque iban a ser reclutados por bandas del crimen.
"Me dicen que vienen acá porque están capturando a los menores para que sean sicarios, es un tema complejo, muy delicado, algo que está sucediendo y parece que no le hemos puesto el foco de atención.
Incluso han sido testigos de que han asesinado a menores que han querido escapar de estas zonas, donde los tienen privados de la libertad o que no están por voluntad propia y las mamás tienen miedo de que sus hijos pasen por esa misma situación y por negarse sean asesinados y ya cuando empiezan a recibir las primeras amenazas o advertencias es que se vienen a Tijuana y dejan su estado", expresó.
Pero hay otros que desconocen los procesos legales y se aventuran a cruzar la frontera de manera ilegal, lo que los hace más vulnerables a perder la vida. Y es que, según la abogada, en Tijuana además de estar en peligro al momento de buscar internarse a la unión americana, también están en riesgo constante del lado mexicano por la presencia del crimen.
"Estos temas sin duda no han sido como algo relevante para la ciudad y definitivamente es muy preocupante porque en el caso de Tijuana en 2018 cuando llegó la caravana, por ejemplo, dos adolescentes fueron asesinados por un sicario y aunque fue una nota relevante no activó al gobierno local y tampoco a estas organizaciones como la ONU, OIM o la Unicef", concluyó.
cog