Esta Nochebuena el principal invitado en la cena de los hogares mexicanos será el pavo, pues el 92.5 por ciento de las familias planea cocinarlo en sus distintas maneras, aunque entre la inflación y la gripe aviar, quizá no todos puedan cumplir sus deseos.
Pero al menos en la cartita a Santa Claus, el pavo, también conocido como Guajolote o Cócono, desbancó a los romeritos como el principal platillo navideño.
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Una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) reveló que el 92.5% de los mexicanos acostumbra preparar cena de Navidad en su casa y el platillo preferido para festejar es el pavo.
De acuerdo al estudio, el 47.8 por ciento de los encuestados optó por el pavo, en diversas formas. La pierna de cerdo al horno ocupó el segundo lugar como invitado de honor en la mesa navideña, con un 16.1 por ciento.
El 7.4 por ciento conserva la tradición de los romeritos, que si bien en el norte del país no son muy comunes, sí era el platillo más frecuente en la Nochebuena de muchos hogares mexicanos.
La lista sigue con los tamales, que esta navidad bajaron al 6.1 por ciento, el bacalao, predilecto de sólo el 5.1 porciento, y el pollo, con un modesto 2.4 %, pero no tanto como el 1.9 que cenarán pozole.
El 8.8 por ciento de los mexicanos dieron otro platillo o no saben que cenarán, porque a ellos les importa más el postre.
Primera vez que se comió pavo
La primera cena navideña donde el pavo fue invitado, se celebró en 1519 en Tenochtitlan, cuando Hernán Cortés y sus hombres celebraron la navidad con sus aliados tlaxcaltecas. El plato principal fue una enorme ave de exquisita carne a la cual los españoles llamaron "gallina de indias", obserquiado por el emperador azteca Moctezuma. La acompañaron con una desconocida, extraña y deliciosa bebida con miel llamada por los aztecas "xocolatl", hoy chocolate, tortillas de maíz y diferentes variedades de frutas.
Aunque es un ave muy mexicana, y una de las principales aportaciones de México a la Navidad en el mundo, hasta hace una década el pavo no era invitado a las cenas navideñas, pues muchos mexicanos optaban por los romeritos y los tamales.
Se eleva precio
El único problema es que esta ave -evidentemente terrestre- aprendió a volar en el precio pues entre la inflación y la gripe aviar, tienen el kilo por las nubes.
Una pieza de unos 5 kilogramos cuesta entre 800 y 1,200 pesos.
En los portales de distintos supermercados se pueden encontrar los pavos sin preparar con una media de precios entre los 200 y 400 pesos por kilo, dependiendo si son naturales o ahumados.
Tanto el pollo como el pavo subieron de precio desde principios de año, golpeados porque los granos que comen estas aves se encarecieron por la guerra en Ucrania.
Ahora, la gripe aviar, según especialistas, está matando ejemplares a un ritmo impresionante, lo que provoca que las pocas aves disponibles estén más caras.
Pero no importa, es Navidad y bien vale invertir el aguinaldo en una deliciosa cena con pavo. Y si no le alcanza por culpa de la inflación, pídaselo a Santa Claus.
jvl