La crisis sanitaria desatada por el consumo de fentanilo y que arrasa gran parte del territorio estadunidense ha provocado que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) incremente sus esfuerzos por frenar el flujo de esta droga hasta niveles sin precedentes, pues en los primeros siete meses del año fiscal 2023 se incrementó 134 por ciento el aseguramiento de esta sustancia proveniente de la frontera con México.
Los reportes mensuales de decomisos señalan que de octubre de 2022 a abril de 2023 los agentes estadunidenses incautaron 6 mil 612 kilogramos de fentanilo en los condados fronterizos con nuestro país, mientras que en el mismo periodo del año anterior los retenes y revisiones de oficio dejaron un saldo de 2 mil 830 kilogramos arrebatados a los grupos delincuenciales.
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Dichas cifras ya integran los 352 kilogramos que la Patrulla Fronteriza logró decomisar en una sola acción el pasado lunes cuando los oficiales del CBP revisaron un camión que transportaba 3.5 millones de pastillas de fentanilo que iban escondidas en un cargamento de chicharos. Este aseguramiento representa uno de los más grandes golpes que han realizado las autoridades de seguridad estadunidenses.
En reiteradas ocasiones el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido que su gobierno y el de México realicen grandes esfuerzos para detener la producción, la venta y el tráfico de fentanilo mediante la colocación de máquinas de detención en los pasos fronterizos e incluso trabajar con empresas de paquetería para inspeccionar el mayor número de envíos en busca de sustancias ilegales.
Ante esas peticiones, la Patrulla Fronteriza reforzó los operativos en todo el territorio y no solo en los límites con México, por lo que a escala nacional los agentes estadunidenses lograron entre octubre y lo que va de abril el aseguramiento de 6 mil 653 kilogramos de fentanilo, dicha cifra representa una cantidad mayor a la reportada en todo el año fiscal de 2021 y una muy similar a los 6 mil 668 kilos en 2022.
Hasta el momento, los aseguramientos de fentanilo en Estados Unidos representan el 5.5 por ciento de toda la droga incautada en dicho país y se encuentra solo por detrás de las incautaciones de mariguana, cocaína y metanfetaminas.
Para el analista en temas de seguridad, David Saucedo, el incremento exponencial de los aseguramientos de droga es una muestra tardía de la lucha que se debió comenzar desde la administración de Donald Trump: “Estos incrementos que se aprecian en los decomisos en realidad son una reacción y un resultado tardío de una estrategia que tardó mucho en surtir efecto”.
Zonas de aseguramientos
Los informes del gobierno estadunidense señalan que los mayores logros en la lucha contra el fentanilo se han realizado en las zonas de seguridad ubicadas en los condados de Tucson, Arizona y San Diego, California. En estas dos zonas los aseguramientos sumaron 5 mil 823 kilogramos de producto, lo que representa el 92 por ciento del esfuerzo a nivel nacional en lo que va del año fiscal 2023.
La ruta con mayores logros de decomisos se ubica en los alrededores de Tucson, Arizona, justamente donde se encuentra la zona desértica. Ahí la Patrulla Fronteriza logró el aseguramiento de 3 mil 373 kilogramos de fentanilo en apenas siete meses, lo cual supone un fuerte golpe para grupos criminales que operan en la zona con mercancía que les provee el Cártel Jalisco Nueva Generación por la ruta central.
De acuerdo con reportes de la DEA, la droga que pasa por dicha zona es en su mayoría fentanilo en polvo que se corta y diluye con otras drogas como la cocaína o heroína o se comprime en tabletas para ser compradas mediante recetas médicas falsificadas en las farmacias de las ciudades cercanas.
El segundo centro de aseguramientos se encuentra en San Diego, California, donde los grupos de seguridad estadunidenses han logrado incautar 2 mil 450 kilogramos, una cifra que nunca se había observado en los archivos históricos del estado del suroeste del país.
Sobre el trasiego de fentanilo por California, los informes de la DEA reportan que hasta 2019 los mayores cargamentos de fentanilo provenían directamente desde el continente asiático; sin embargo, las operaciones del Cártel de Sinaloa por la franja del Pacífico han logrado crear una cadena de producción y distribución que se extiende hasta la ciudad de Los Ángeles.
Para David Saucedo existen tres rutas principales de fentanilo hacia los Estados Unidos, la primera de ellas corre por Tijuana y San Diego; la segunda va por la parte central entre Sonora y Chihuahua hacia Arizona, y la tercera corre por todo el Golfo de México hasta Texas; sin embargo, en los puntos de seguridad texanos no se han presentado grandes decomisos de esta droga que ha dejado 70 mil muertes anuales en Estados Unidos.
Pero los cárteles mexicanos no se conforman con solo esas tres rutas, ya que en los últimos años se ha reactivado la ruta que corre desde el caribe mexicano hacia el sur de la Florida, la cual había sido clausurada por la DEA en la década de los 90, pero que en los últimos años ha sido reutilizada.
“Hay una presencia renovada de los cárteles en la Península de Yucatán, específicamente en Ciudad del Carmen, Mérida, Cancún. Ya doy por un hecho desde hace un año que esa ruta ya existe de nueva cuenta vía lanchas rápidas, cruceros, submarinos y que cargan combustible en alguna isla del Caribe”, explicó el especialista.
cog