La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó atraer la investigación por la explosión ocurrida en Coahuayana, Michoacán, donde un coche bomba detonó frente a la base de la Policía Comunitaria y dejó un saldo preliminar de cinco muertos y siete lesionados.
La decisión fue notificada a través de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), debido a la magnitud del ataque y a la necesidad de determinar el tipo de delito, el cual aún no ha sido definido.
Aunque en un inicio la FGR calificó el hecho como un acto de terrorismo, el secretario de Gobierno del estado, Raúl Zepeda Villaseñor, evitó emplear dicha denominación y señaló que serán las autoridades federales quienes establezcan la clasificación jurídica de la agresión.
¿Cuál es el estado de la investigación?
A pesar de la fuerza del estallido y de que la detonación fue registrada desde los primeros minutos por autoridades locales, el móvil del ataque continúa sin conocerse.
Tanto Zepeda Villaseñor como el fiscal general del estado, Carlos Torres Piña, confirmaron que hasta el momento no existen indicios que permitan determinar por qué la Policía Comunitaria de Coahuayana fue blanco de la agresión.
Las víctimas mortales, según detalló Torres Piña, ya fueron reconocidas y entregadas a sus familiares, a excepción de dos cuerpos que continúan sin identificar. Todos pertenecían a la corporación comunitaria, cuya base se encuentra en la colonia Centro del municipio.
Respecto a las personas heridas, siete fueron contabilizadas inicialmente: seis fueron atendidas en hospitales de Coahuayana, mientras que cinco permanecen hospitalizadas debido a la gravedad de sus lesiones. Su estado de salud actual no ha sido informado.
Las autoridades estatales confirmaron que la onda explosiva provocó daños en un radio de 300 metros lineales y 50 metros verticales, afectando viviendas, establecimientos comerciales y cuando menos una docena de vehículos.
La camioneta utilizada como carro bomba fue captada saliendo de la comunidad de San Vicente a las 08:40 horas, cargada con explosivos cuya composición no ha sido revelada.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que, aunque la FGR atraerá el caso, continuará colaborando mediante peritajes especializados.
En la zona trabajan 30 expertos, incluidos criminalistas y personal capacitado en análisis de explosivos, quienes buscan establecer la forma exacta en que fue detonada la unidad, así como el tipo de material utilizado.
"Trabajamos de manera coordinada con la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Gobierno, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la Secretaría de Seguridad Pública y la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV)", destacó Zepeda Villaseñor en conferencia de prensa.
Mientras las autoridades federales terminan de asumir el control de la carpeta, la incertidumbre sobre los motivos detrás del ataque sigue creciendo en la región.
Hasta ahora, no se han revelado amenazas previas, conflictos internos o disputas criminales directamente vinculadas con la Policía Comunitaria de Coahuayana.
Lo único confirmado es que la explosión fue deliberada y ejecutada con un vehículo cargado de explosivos, pero el fondo del crimen permanece sin explicación.
AM