El Gobierno de México, encabezado a mediados de los años 80’s por el expresidente Miguel de la Madrid autorizó mezclar leche contaminada que tenía partículas radiactivas con producto limpio para distribuirla por medio de la paraestatal Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), a las clases más desfavorecidas del país, a pesar de los efectos genéticos y cancerígenos entre otros a los que se exponía a la población.
La leche radioactiva llegó a México proveniente de Irlanda del Norte entre los años 1986 y 1987, aquel país había sido afectado por el desastre nuclear de Chernobyl, que provocó una nube de contaminación hacia muchas naciones europeas.
De acuerdo con documentos desclasificados por el medio Archivero, el Gobierno de México no autorizó la venta del producto a empresas privadas o como materia prima para otras industrias, debido a que se encontraba contaminado, pero dio luz verde para que la Conasupo la diluyera en proporción de un saco de leche en polvo radioactiva, por seis del producto limpio.
“No se autoriza la venta de esta leche liberada a otras empresas, ni como materia prima ni en presentación de leche en polvo. Tan sólo podrá comercializarse una vez diluida bajo la proporción indicada”, se lee en el documento a nombre de la Subsecretaría de Regulación Sanitaria y Desarrollo y de la Dirección General de Control Sanitario bajo el oficio con el número DGCSBS/401/4779/87.
El documento devela que las autoridades mexicanas realizaron una solicitud a la Comisión Internacional de Seguridad Nuclear, para saber justamente si era viable mezclar la leche contaminada con leche limpia.
De esa petición o consulta, se desprendió la respuesta del órgano internacional, la cual marcaba que se realizara un análisis del producto que terminó recopilando 60 muestras y fue hecho por la Conasupo y por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (Conasenusa).
Además, la Comisión Internacional de Seguridad Nuclear indicó a México que en todo caso de que se distribuyera la leche radioactiva, se debía crear un esquema para impedir que las personas consumieran el producto más de una vez.
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“La distribución de la leche diluida citada tendrá que programarse atendiendo a un esquema de difusión o rotación que impida su consumo reiterado por los mismos grupos de población. A tal efecto, Conasupo presentará a la consideración de esta Secretaría el programa de distribución relativo para su control”, se lee en otra de las partes del expediente desclasificado por Archivero.
Explota escándalo de leche radioactiva en México
En 1987, el vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo detectó decenas de marinos enfermos en Veracruz, por lo que al investigar descubrió que todos tenían malestares estomacales producidos por el consumo de atole realizado con leche robada en la aduana, misma que provenía de Irlanda del Norte.
El jefe de análisis nucleares de la planta nuclear de Laguna Verde en Veracruz, Miguel Ángel Valdovinos, dijo que la leche tenía 10 veces más estroncio y cesio radioactivo, lo cual puede generar daños genéticos, cáncer y más enfermedades graves.
Rodríguez Gordillo aseguró en 2019 que el aquel entonces había pedido muestras de las 47 mil toneladas de leche que se habían comprado a Irlanda del Norte, y que, el resultado fue el mismo: estaban contaminadas.
El vicealmirante, al igual que la Organización Mundial de la Salud (OMS), alertaron al expresidente De la Madrid sobre esto, pero se presume que no dio marca atrás con la distribución, pues la leche radioactiva era más barata.
Leche radioactiva habría aumentado el cáncer infantil
Datos recabados por el periodista Guillermo Zamora entre los años 1987 y 1997, mostraron un aumento del 300 por ciento en la presencia de cáncer infantil en el país, lo que se sugirió entonces, que podía estar relacionado con el consumo de la leche radioactiva de la Conasupo.
A pesar de diferentes esfuerzos en la creación de comisiones para responsabilizar a funcionarios mexicanos por la compra de la leche contaminada, ninguno tuvo éxito, y la Secretaría de Salud a finales de los años 80’s, a pesar de reconocer la compra, justificó la decisión diciendo que estaba a “muy buen precio” y que la radioactividad en el producto no rebasaba las normas establecidas internacionalmente.
La versión oficial sobre el destino de la leche radioactiva, indica que esta se regresó en el año 1988, sin embargo, Rodríguez Gordillo mencionó en una entrevista que hubo varios intentos por trasladarla, sin embargo, uno de ellos habría terminado en el descarrilamiento de un tren en el que personas hicieron “rapiña”, y sin saberlo, consumirían veneno.
Cabe destacar que la Conasupo era una empresa del Estado mexicano cuyo objetivo primordial era contribuir al cumplimiento del derecho de la alimentación y combatir la desnutrición, lo que indica que sus productos estaban destinados a las clases más desfavorecidas, para ayudarlas, pero terminaron dañándolas severamente.
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