Una joven se dirigía a su trabajo cuando un hombre en situación de calle le lanzó una piedra de aproximadamente 20 kilos en la parte trasera de su auto. Por fortuna, su bebé no viajaba con ella, pues hubiera ocurrido una tragedia.
A través de Facebook, Alejandra compartió el terror que vivió cuando el semáforo se puso de color rojo en la avenida principal de Ciudad Madero.
"Alrededor de las 6:50 am, rumbo a mi trabajo, al hacer alto en el semáforo que se encuentra sobre avenida Obregón, esquina con calle Aguascalientes, un sujeto en situación de calle golpea mi ventana para que le abriera la puerta del vehículo".
Momentos más tarde, se percató que en realidad el hombre no le pedía dinero, sino que esperaba que ella abriera su puerta.
"Ojo, no me pidió dinero, directamente me pidió que le abriera la puerta, obviamente me asuste muchísimo, pero Gracias a Dios llevaba los seguros puestos porque el tipo empezó a jalar de la manija para abrir".
Asegura que este hecho causó el enojo del hombre, quién no dudó en tomar un objeto contundente y lanzárselo.
“Cuando vio que la puerta tenía seguro y que no iba a poder abrir, se dirigió al camellón y lo perdí de vista, desgraciadamente el semáforo seguía en rojo por lo que no pude avanzar, de repente escucho un impacto muy fuerte y siento el movimiento del carro, este sujeto había aventado una enorme piedra sobre el cristal trasero, atravesándolo por completo justo en el lugar en donde habitualmente viaja mi bebé en su asiento para coche".
La joven explica que pese al miedo que le causó la acción del sujeto, su temor se acrecentó al percatarse de que el pesado objeto cayó justo sobre el asiento de su bebé que, por fortuna, ese día no estaba con ella.
"Agradezco a la vida, que mi niño, al que la mayoría de ustedes conocen de tan solo 2 añitos, no viajará en ese momento conmigo porque tan solo de imaginar la tragedia que pudo ocurrir el dolor me paraliza".
Señala que, por desgracia, no logró tomarle fotografías al atacante, pero espera que alguno de los autos contiguos o transeúntes hayan logrado captar o reconocer al agresor, "no alcancé a reaccionar y tampoco pude tomar fotografías del indigente, supongo que alguien pudo haber sido testigo de la agresión, pero no tengo esa certeza".
"Mamis y papis, tengan mucho cuidado, lo material, aunque cuesta reponerlo, es lo menos, pero la vida de nuestros hijos es irremplazable".
elmm