"Le hablaba de Cuba y de Vietnam": maestro de civismo de AMLO

El ex profesor de civismo del presidente asegura que la oposición solo siembra odio y si su ex alumno “es un dictador y nos da de comer”, pues entonces “que viva la dictadura”.

| Javier Ríos
Ciudad de México /

Pide que lo llamen profesor, pues eso es lo que siempre ha sido, lo que le enorgullece, y lo que siempre quiso ser. Hoy, Rodolfo Lara Lagunas dedica los días a escribir libros de historia y ciencias sociales, los paga de su propia bolsa y luego los regala al pueblo, porque esa –dice– es la forma de ayudar a la transformación del país.

Aunque fue secretario de educación en Tabasco con el gobernador Arturo Núñez, militante del PRD y más tarde fundador de Morena en el estado, legislador, inspector, subdirector escolar desde tiempos del cacicazgo de Jonguitud Barrios, La Mañanera le dio un reflector único, del cual, se muestra orgulloso, y que, paradójicamente lo ha convertido en un ícono para la llamada cuarta transformación y para sus seguidores, pues se trata de quien fuera el profesor de civismo del presidente Andrés Manuel López Obrador.


El profesor de tercero de secundaria del ahora presidente acepta conversar con MILENIO, no habla de corrido, y sus declaraciones se ilustran con pasajes y anécdotas. Ofrece una cátedra de historia sobre la cultura madre y sus teorías sobre el origen de las ofrendas masivas halladas en La Venta, y muestra los símbolos olmecas que decoran su comedor, su habitación y su biblioteca, hasta llegar a su estudio, donde a simple vista se aprecia una fotografía de él junto al presidente López Obrador cuando lo acompañó en el templete el día que se proclamó “presidente legítimo” en 2006.

Con 80 años, aprieta su memoria para recordar aquellas clases de cívica y ética que le daba a la generación del 68 en la escuela secundaria Jaime Torres Bodet de Villahermosa, pero también de sus luchas para la liberación de presos políticos, durante la huelga de hambre en la plaza de armas para expulsar a los grupos porriles, y sus días tras las rejas por vandalismo, episodios que vivió muy de cerca “el niño Andrés”, lo que confirma que “Si la palabra conmueve, el ejemplo arrastra”.

-En los últimos años ha ganado usted fama por haber sido el profesor del actual presidente de la República, mencionado como una de las personas que ha influido en su vida, ¿Cómo se siente usted a ese respecto?

"A veces hasta me siento chiveado. Es un honor que el presidente hable bien de ti".

- ¿Cómo es su relación actual Andrés Manuel López Obrador? ¿Cuándo y cómo fue su última reunión con él?

"No mantengo una relación, ni su teléfono tengo, le mando los libros a través de una persona, sé que los lee, porque esa persona me comenta, y de esa manera, nada más.

"No hay una relación de que él me habla, yo le hablo, en lo absoluto, pero con lo que te he dicho, por lo que leíste, hay una… tenemos una manera de pensar que tal parece que nos estamos comunicando. Yo defiendo la cuarta transformación, sin un afán servil, ni por quedar bien, así pienso, y así piensa él, hay una conciencia enorme".

- ¿Qué nos podría contar de la generación del 68?

"Si la palabra conmueve, el ejemplo arrastra; y yo creo que, a mis alumnos del 85, les impactaba que yo estaba en Plaza de Armas en una huelga de hambre.

"Yo estudiaba Derecho, cuando estalla el movimiento en una asamblea. El control de la directiva la tenían los porros y cobraban como policías, eran agentes policías y estudiantes, nada más había un poco de espíritu rebelde, que te mandaban al hospital.

"Yo propongo la huelga de hambre, ahora imagínate, tendría 26 años y él adolescente… Cuando dicen 'mi maestro de civismo está en Plaza de Armas haciendo huelga de hambre', empiezan a llegar grupos a visitarme, ahí estábamos, en una silla como podíamos, yo malamente, fumaba mucho, y fumaba hasta en el salón.

"Había alumnos que me llevaban cigarros a la huelga de hambre, llegaban grupos de alumnos de tres y cuatro, ahí es donde una vez alcancé a ver a Andrés, saludando, buen día o tardes, ya no me acuerdo.

"Yo creo que aparte de los relatos que hacía en clase, fuera del programa. Porque les hablaba de la Revolución cubana y no venía en el programa; les hablaba de la Guerra de Vietnam, y formo un comité de la Guerra de Vietnam… yo me salía del programa, pero eran los temas que atraía a los muchachos, era lo que más les gustaba.

"Él ha dicho que se acuerda verme en la huelga de hambre. Eso y después de saber que yo estaba preso, yo creo que eso, al menos a esa generación, lo deben de recordar que su maestro estuvo preso… injustamente porque nunca pudieron probarme los cargos”.

- ¿Y por qué lo encarcelaron?

"Ah… porque quemamos las instalaciones del PRI. Sí se quemó, nadie sabe quién fue. En la última manifestación, ya la gente estaba harta. El culpable de este desmadre es el PRI y entraron y quemaron puertas, lo destruyeron, y como allá se veía una bandera, yo ya no vi, habíamos quedado que era algo pacífico".

- ¿Cuál es el recuerdo más antiguo que tiene usted del niño y alumno, de sus clases?

"Esto tiene más de 50 años, nunca me he dedicado a investigar cómo funciona la memoria, es un fenómeno muy curioso… Pero te puedo decir, que él recuerda algunas clases que yo daba.

"Hasta puede sonar presumido, pero las clases duraban dos horas seguidas, 50 minutos, 100 minutos, a veces yo hablaba los 100 minutos y el grupo atento, ya tan pronto vea que empezaba un alumno y paro porque ya se perdió la concentración.

"Todo profesor que ama su carrera le gusta y le apasione. Aquí adquiere dimensión la palabra del maestro. Muchos alumnos que dicen que recuerdan a su maestro, no es tanto por la acción, sino por la palabra".

- ¿Qué nos podría contar sobre el grupo de alumnos y el propio salón de clases donde estudió Andrés Manuel López Obrador?

"Usaba el cuento, la anécdota, por eso ven en mis libros que frecuencia lo uso para enseñar algo, para recalcar algo, para enfatizar algún comportamiento, y cuando Andrés ha dado se ha referido a mí, recuerda un incidente que se le grabó mucho, yo lo visité cuando fue jefe de Gobierno".

- ¿Cuándo se reunió por última vez con el presidente?

"La última vez que platicamos fue en el cierre de campaña, me presentó a (Esteban) Moctezuma, sabiendo que sería secretario de Educación, la idea era que me fuera para México, y le envié un texto, agradeciéndole.

"En 2012 yo era dirigente de Morena y me reunía con él en México cada mes, todos los dirigentes, hice la campaña del 12 para el gobernador Arturo y para Andrés".

-Su última obra, ‘El Estado del Bienestar contra la Desigualdad’ llama la atención que en la dedicatoria del libro figura el hijo del presidente, José Ramón López Beltrán, de quien dice “me consta su nobleza de alma”. Cuéntenos algo acerca de su relación con la familia.

"¿Por qué me consta? Cuando fui diputado lo contraté como asistente, ¿para qué me llevo uno de Tabasco que va a tener que pagar renta? Me acuerdo de él, que ya lo había tratado, un chavo muy noble muy generoso, hasta pienso que debió haber sido cura.

"Es de esta gente rara, que no piensa en dañar a nadie, yo todavía cuando andaba en la grilla uno busca acciones para ganar, pero él no. Y me dio mucho coraje cuando lo empezaron a atacar. Aquí entra el problema, si no puedes con el padre te vas con los hijos".

-En su libro usted nos regala un capítulo referente a las antiguas luchas del magisterio contra el caciquismo sindical, ¿Las viejas luchas siguen vigentes? ¿México está vencido al caciquismo o aún nos falta camino por recorrer?

"Siempre he sido sindicalista y siempre milité en las corrientes contra el charrismo, por ejemplo, en Querétaro, creo un frente revolucionario para luchar en contra del cacicazgo de Jonguitud que se forma un grupo armado de Echeverría; y siempre iba a los congresos, peleando contra los cacicazgos; nuestro lema era el voto secreto, y nos acusaban de comunistas, y la represión, en Querétaro, mis hijos, les negaban entrar a la escuela pública.

"López Obrador acaba de cortar el cordón umbilical del corporativismo, las organizaciones campesinas y obreras, las manejaba el PRI y las manejaba el presidente.

"Una tristeza que la lucha sindical esté en los hoyos, la gente que tiene trabajo formal, solamente el 12 por ciento está organizada en sindicatos, la inmensa mayoría de los trabajadores no quiere a los sindicatos".

-Destaca la importancia de que una organización de izquierda fomente la cultura a través de la publicación de libros.

"Mis libros son gratis, dicen ejemplar gratuito porque los primeros que salieron lo estaban vendiendo ya. Cuántos necesitas, 30, van 30 y quieren 50, se los doy".

-Su libro incluye un análisis sobre el abstencionismo electoral de la población y lamenta que las cifras hayan aumentado en los tiempos actuales. Dice usted que la escuela, a través de la materia de civismo, no es suficiente para formar una ciudadanía, ¿Dónde están los actuales partidos políticos (y sindicatos)?

"Fui secretario de vinculación política del PRD, luego de Morena, pero hoy como están los partidos… ni a misa. Están haciendo lo mismo que los priistas y eso no es lo que queremos, discúlpeme, pero a esto no le entro, y me abstengo.

"Es cierto que el pueblo no tiene una formación política académica, pero hay algo que el pueblo tiene y que se está manifestado en las otras tres transformaciones, hay un instinto popular que está formado por los sentimientos que se dan en la vida, por las condiciones que se dan en su forma de vivir.

"Yo fui de barrio, tendría como ocho nueve años, y teníamos la pandilla, y nos decían los grandotes ‘a rayar coches’, y pasábamos con las corcholatas a rayar, ahí no había martirio, era un instinto de clase, 'ellos tienen, nosotros no'; y cuando surge el liderazgo de Andrés él recoge el sentimiento antipriista, anticorrupción, antiexplotación".

- ¿Y la oposición?

"Los partidos como el PRI, el PAN el PRD, se desfondaron… Ahorita si le cuentas difícilmente llegan al millón, perdieron y para que recuperen va estar en chino, a ver qué le van a ofrecer.

"Carecen de programa, no tienen nada que ofrecerle a la gente, no tienen nada, no hay un programa, el único que está sembrando la oposición es el odio. Algo que el pueblo no siente.

"Si Andrés es el dictador y nos da de comer… pues que viva la dictadura. La oposición no tiene figuras relevantes, líderes, Andrés necesitó 30 años para ser líder nacional, y la ausencia de liderazgos es lo que hay; el que tiene ahorita el PRI, muchos dicen 'que lo quiten'; yo digo no, que lo dejen, pues se caen solos".

-Por último, profesor, quisiera que me regalara una reflexión del México que está transformando el presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde su óptica, como amigo, como tutor, ¿Cómo vamos?

"El proyecto, Andrés ya lo definió el 15 de mayo, se llama la cuarta transformación, banco de bienestar, bienestar para la salud, bienestar de la gente, ya le puso nombre al niño, al proyecto económico social y político; además, en los hechos está funcionando.

"Dime cómo la oposición va a ganar si no tiene programa, líder. Y con experiencia de 36 años: cada vez que le rascas".

-Algún mensaje para el presidente.

"Que la salud se mantenga bien. Hace poco le dio un infarto. Que aguante, porque trabaja mucho, ha de dormir cinco horas. No sé cómo aguanta".




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