Las redes sociales y la vida de Marilyn Cote están llenas de Photoshop: lo primero que salta a la vista son las fotografías donde su rostro se ve sobrepuesto, falso, acompañada de colegas de catálogo —todos rubios— o en imágenes donde se ve esbeltísima en las oficinas centrales del FBI en Virginia, Estados Unidos.
Justamente ahí, en redes sociales, fue donde explotó la historia de una abogada que durante años se hizo pasar por médica, una doctora de neurociencias que se inventó cargos a nivel internacional como parte del equipo de la Unidad de Análisis de Conducta de la Universidad de Quantico, en Virginia, o haber trabajado en el Centro de Trastornos Mentales de la Universidad de Olso, en Noruega.
Está por demás decir que nada era cierto. Marilyn Cote sólo era abogada y, aunque construyó una vida ficticia de ensueño, la realidad es que ella trascendió sus mentiras mucho más allá de las redes sociales: durante años recetó medicamentos psiquiátricos controlados desde un consultorio en Torres Médicas en Puebla capital, un edificio lujoso lleno de médicos de verdad.
“Ella se acercó a mí con el diagnóstico en el que declaró que estaba a punto de suicidarme y que me quedaban 15 días de vida, y me dijo que estaba a punto de caer en esquizofrenia bipolar II (todo esto con el fin de sacarme dinero, lo que realmente logró)”, pueden leerse en un testimonio en internet acerca de la estafa médica que Cote realizó por años.
Autoridades ubican más de 100 consultorios clandestinos
Aunque el caso de esta impostora es escandaloso, no es excepcional. Una investigación de TELEDIARIO con base en los reportes de clausuras que ha realizado la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reveló que en los últimos tres años han clausurado 103 hospitales y clínicas irregulares en el país.
Durante los operativos se encontró que estos hospitales tenían deficiencias como: no tener licencias sanitarias para quirófanos; utilizaban insumos caducos o reutilizados; no contaban con licencia sanitaria para realizar actos quirúrgicos y estéticos; personal sin documentación que avalara realizar actos quirúrgicos y estéticos, es decir sin licencia médica.
La mayoría de clausuras de hospitales y clínicas se llevó a cabo en el centro del país y donde hubo más casos fue en la Ciudad de México y el Estado de México. La mayor cantidad ocurrió en la alcaldía Iztapalapa y los municipios Ecatepec y Nezahualcóyotl.
La de Marilyn Cote no era la única clínica pirata
El pasado 7 de noviembre la Cofepris suspendió el establecimiento Neuropsychology: Clinic Marilyn Cote, ubicado en el consultorio 1706 de la Torre II, Piso 17 de las Torres Médicas Angelópolis, en Puebla. Ahí estaba el epicentro de las mentiras de la falsa psiquiatra.
Tras el escándalo de redes sociales la dependencia federal se presentó en el consultorio y constató que la mitomanía de Cote era más que un malogrado Photoshop: el establecimiento no contaba con aviso de funcionamiento, licencia sanitaria ni la certificación académica del personal. Todo ello “es lo necesario para llevar a cabo los servicios que ofrece”, corroboró la dependencia.
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La falta de acceso a la salud pública en México ha orillado a millones de personas a acercarse a consultorios privados como el de Cote. La gran mayoría de la población desconoce cómo verificar si tanto el médico como el consultorio cuentan con las medidas y disposiciones sanitarias y profesionales adecuadas. Eso se agrava en un contexto donde, según el Inegi, 50.4 millones de mexicanos reportaron carencia en sanidad en el 2022.
Por ello y la laxitud de ciertas autoridades a lo largo y ancho del país proliferan consultorios y clínicas privadas que han abusado de los mexicanos, quienes, desesperados, buscan opciones a sus dolencias y necesidades. Ahí entran los charlatanes, que operan desde clínicas bien establecidas que a simple vista parecen legítimas.
Desde febrero de 2022 hasta el presente noviembre, la Cofepris ha clausurado 103 consultorios clandestinos. En 61 de estos casos la clausura fue total, es decir un cierre absoluto de estos hospitales y clínicas.
Durante el 2022 fueron clausurados 34 establecimientos médicos, un año después lograron cerrar 49 y en lo que va del 2024 se han detectado al menos 20 clínicas pirata. Los giros que sufrieron las clausuras fueron hospitales, con 69 casos, consultorios con 20 y los bancos de sangre y hemodiálisis con seis casos.
Fue en la Ciudad de México donde se han detectado la mayor cantidad de clínicas ‘patito’ del país: 50 en total, lo que representa el 48 por ciento. Las alcaldías donde más clínicas piratas abundan fueron Iztapalapa con nueve y la Gustavo A. Madero con ocho establecimientos.
De ahí le sigue el Estado de México con 33 clínicas y sus municipios con más clausuras fueron Nezahualcóyotl con 11 locales y Ecatepec con siete.
¿Dónde han cerrado clínicas piratas en México?
Desde el 2022 la Cofepris ha cerrado clínicas como el Sanatorio Montevideo, en la colonia Lindavista de la alcaldía Gustavo A. Madero. La sanción fue inapelable: clausura total y definitiva. Ello porque el hospital no contaba con las cédulas, infraestructura e higiene necesaria.
Una de las víctimas del Sanatorio Montevideo aseguró en aquel año a TELEDIARIO, que casi se moría debido a una cirugía estética que se realizó en el lugar. La mujer que dijo llamarse Fernanda fue a realizarse una abdominoplastía, pero algo salió mal.
“Me dijeron que me había salido una necrosis, que de este lado estaba bien; me reventaron las ámpulas para ver que estuviera saliendo y que no hubiera ninguna infección, y que no estuviera saliendo la otra capa de piel; de este lado me dijeron que estaba muy hundido, muy seco y que probablemente pues ese ya no se salvaría”.
Ese mismo año la dependencia clausuró otras clínicas de cirugía estética del Grupo D+G Aesthetics & MedSpa que tenía consultorios en colonias de alto nivel económico como Polanco y otra en Insurgentes Sur, desde donde realizaron intervenciones con personal que carecía de la acreditación para ejercer cirugías plásticas.
En 2023 la dependencia clausuró otras clínicas, como Renal Center Life, en el corazón de la alcaldía Benito Juárez, en la avenida Cuauhtémoc 701. A la vista de todos se había instalado en el establecimiento un servicio de hemodiálisis fuera de toda norma.
Pese a esto, la Cofepris fue alertada que la clínica había violentado las fajillas de clausura en dos ocasiones y siguió operando de forma ilegal.
Otro de los casos que incluso logró que Estados Unidos levantara una alerta sanitaria ese año fue el de los hospitales Riverside y Hospital K-3, ubicados en la fronteriza Matamoros, Tamaulipas.
Desde mayo de ese año las autoridades tamaulipecas confirmaron un brote de meningitis en estas dos clínicas especializadas en cirugías estéticas. Según el último reporte de la Secretaría de Salud, en México había al menos 23 personas contagiadas y dos personas fallecidas cuyo origen era Estados Unidos. Finalmente las clausuraron en noviembre del 2023.
Ya en el presente año las clausuras continuaron, pero fue hasta noviembre que escaló hasta la más sonada, la de Marilyn Cote. El caso de la psiquiatra pirata con el falso consultorio en Puebla, evidencia que la Cofepris ya no es la única que está al tanto de estos establecimientos irregulares.
Hay páginas en redes sociales como X que actualmente aglomeran un sinfín de denuncias por parte de usuarios. Tal es el caso de “Charlatanes Médicos”, cuyos miembros aseguran que se dedican a exponer “médic@s apócrifos en pro de tu salud y la de tus bolsillos”, justo la página donde saltó a la luz el caso de Marilyn.
KT