EU doblega al 'M1' para declararse culpable con ayuda de ex colaboradores

El documento de hechos con el que Mario Cárdenas Guillén aceptó su culpabilidad por haber traficado cocaína a EU se explica que dos de sus distribuidores de droga en Texas fueron elementos clave.

Mario Cárdenas Guillén. | Especial
Ciudad de México /

Mario, el último de los tres hermanos Cárdenas Guillén, líderes del Cártel del Golfo, fue doblegado por las autoridades estadounidenses gracias a los testimonios de dos de sus ex colaboradores.

La sangrienta herencia de la organización criminal basada en Tamaulipas está a punto de cerrar por las declaraciones de Lorenzo Espinosa y Edward Longoria, dos distribuidores de cocaína que trabajaban para El M1.


De acuerdo con la hoja de hechos en la que Mario Cárdenas Guillén El M1, llegó a un acuerdo de culpabilidad con las autoridades estadunidenses por un cargo relacionado con tráfico de cocaína, los agentes asignados al caso recibieron información de dos antiguos asociados del capo, quienes detallaron cómo lograba introducir miles de kilos de cocaína a través de la frontera norte de México.

Acuerdo con el que su destino, y el de sus otros dos hermanos, termina por cerrar el círculo de sangre que causó su liderazgo en el Cártel del Golfo, junto con su brazo armado, Los Zetas. Osiel Cárdenas, máximo líder del cártel, fue sentenciado a 25 años de prisión en 2010 en Estados Unidos y ese mismo año Antonio Ezequiel, Tony Tormenta, fue abatido por marinos en una refriega en Matamoros, Tamaulipas.

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Según el expediente, al que MILENIO tuvo acceso, agentes recibieron información de Lorenzo Espinosa y Edward Longoria, ambos involucrados con Mario Cárdenas Guillén en actividades de tráfico de drogas con el Cártel del Golfo. Ambos vivían en Texas, y eran distribuidores de la cocaína que El M1 les enviaba desde México.

Espinosa aseguró que entre 2006 y 2010, se dedicaba a realizar viajes desde Houston, Texas, a varios lugares en México para reunirse con Mario o sus trabajadores para coordinar los envíos de cocaína. Una vez que los envíos se lograban Espinosa y Longoria distribuían la droga, muchas veces en camiones comerciales, a sus clientes en Texas.

Mario Cárdenas Guillén llegó a un acuerdo de culpabilidad con las autoridades estadounidenses. | Especial


El 4 de octubre de 2006, agentes estadunidense lograron detener uno de esos envíos, en Nacogdoches, Texas. Se trataba de 48 kilos de cocaína que, más tarde, pudieron confirmar que venían por órdenes de El M1. El 26 de junio de 2010 también lograron asegurar 28 kilos de cocaína, de los cuales la mitad provenían de la empresa criminal de Mario Cárdenas.


El 27 de junio de 2009 también lograron identificar a dos asociados de las operaciones de EL M1 en Filadelfia, Pensilvania. Ambos estaban muertos en un departamento. Los habían asesinado personas que intentaron robarles dinero y drogas que, tras rastrear, llevaron a Mario Cárdenas Guillén y a su línea de distribución con Espinosa y Longoria.

“Con todo dicho, en algún punto del año 2000 y continuando hasta el 20 de junio de 2012, Mario Cárdenas Guillén con conocimiento y de forma intencional se coordinó, conspiró, organizó y acordó con otros distribuir y poseer con la intención de distribuir más de 5 kilos de cocaína. Mario Cárdenas Guillén era un organizador o líder de una actividad criminal que involucró a cinco o más participantes”, concluye la hoja de admisión de culpabilidad de Mario Cárdenas Guillén. El documento que anuncia la caída de los líderes históricos del Cártel del Golfo, con la firma de “El M1” al pie, quien ahora, esperará su sentencia.



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