La salud es la meta y el honor su guía. Son médicos y militares, dispuestos a satisfacer las necesidades en materia de salud de los elementos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, y participar en las faenas de ayuda a la población civil.
Su formación comienza en el Centro Militar de Ciencias de la Salud, en la Escuela Militar de Medicina; con aulas, laboratorios, quirófanos, simuladores y robots únicos en América latina, con los que los cadetes se adiestran para ser Médicos Cirujanos con la clara misión de servir a México.
El recorrido por los pasillos de este instituto queda a cargo de los cadetes de cuarto año, quienes dejaron a sus familias para hacer de este su nuevo hogar. Con orgullo, y un impecable uniforme blanco, recorren sus aulas, hablan sobre su formación y lo que los motivó a ingresar a un plantel militar.
“Desde chiquita siempre, siempre me ha gustado la medicina, cómo funciona el cuerpo humano y poder prevenir las enfermedades.
“Yo veía como salían alrededor de mi casa corriendo, o practicando para el desfile, los saludaba y decía, yo algún día quiero estar ahí y ahora que estoy de este lado, es muy bonito”, relata a MILENIO Cinthya Nava, sargento primero de Cadetes.
Según explica, lo más difícil fue adaptarse y dejar a la familia, así como el periodo más intenso de la pandemia de covid-19 cuando tuvo que acudir a clases a distancia, que ya son presenciales. Ahora, espera con ansias llegar al quinto para ser Oficial Subteniente Pasante, y enfocarse en ortopedia o dermatología.
“Desde primer año los cadetes te enseñan y ahora en cuarto año, que tú tienes el mando de tu personal, es una gran experiencia”, añade.
Juan Fernando Martínez, también sargento primero de Cadetes, se muestra contento con su formación como médico militar, su gusto por la historia y las ciencias biológicas lo motivaron a inscribirse a este plantel: “Era lo que quería hacer, me fasciné con la historia y con el Ejército, y esta escuela combina lo militar y lo médico”.
“Yo creo que si volviera a tomar la decisión la vuelvo a tomar, porque aquí definitivamente nos están preparando para ser médicos de excelencia. Es una formación íntegra con valores en el ámbito médico, y también en el ámbito militar”, comenta.
En entrevista con MILENIO el general brigadier Médico Cirujano, Francisco Garibay, director de la Escuela Médico Militar, habla sobre los principios científicos, éticos y humanísticos, y rechaza que la carrera de medicina está peleada con la carrera de las armas.
“Siempre es la paradoja, si la medicina está peleada con la situación militar; estamos para servir; los valores que nos inculcan, como militares, la disciplina, la lealtad, la honestidad, eso se aplica al ámbito médico, donde también encontramos el amor al prójimo, la ayuda al semejante, los valores bioéticos, siempre el respeto a derechos humanos”.
Sobre las nuevas generaciones, asegura, se debe aprovechar sus capacidades de adaptación a las nuevas tecnologías y sumarlo al programa educativo:
“Son nuevos tiempos, tecnología, modelos tridimensionales que usamos en la escuela, son parte de la innovación educativa en lo que es el avance de lo que ha tenido la escuela militar de medicina, además de la enseñanza tradicional y la formación”.
Después de seis años, los oficiales médicos cirujanos están listos para prestar sus servicios en las Unidades, Dependencias, o ya sea en el Hospital Central, Hospitales de Zona, Regionales, Unidades Médicas de Consulta Externa o Pelotones de Sanidad, y servir al país cuando lo requiera.
“Servir al país, servir al pueblo de México que es nuestro máximo aliciente para todos nosotros y es algo que inculcamos a los alumnos para que tengan esa visión de que somos médicos y también somos militares”, concluye el general director.
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