El crecimiento en los niveles de inseguridad para algunas zonas de distribución ha hecho que algunos proveedores comiencen a limitar el abastecimiento de mercancías en distintas regiones.
Hace unas semanas, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señaló que el sector enfrenta un mayor robo de mercancías, que impacta en la seguridad de los comerciantes y en la disponibilidad de productos, además de especulación en el precio de estos.
"Lo que empiezan es dejar de operar en zonas de riesgo, limitan el abasto: desafortunadamente se vuelve un círculo porque hay escasez y eso genera mayor inseguridad; las mercancías se vuelven más requeridas", dijo en entrevista con MILENIO Rolando Contreras, director de Abarrotes para Información Sistematizada de Canales y Mercados (Iscam).
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU) en junio, 67.4 por ciento de la población de 18 años y más residente en 75 ciudades de interés consideró que es inseguro vivir en su ciudad; ello representa un aumento estadísticamente significativo con relación al porcentaje registrado en marzo de 2022, que fue de 66.2 por ciento, pero no representa un cambio estadísticamente significativo con respecto a junio de 2021, que fue 66.6 por ciento.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 20 ciudades y demarcaciones tuvieron cambios estadísticamente significativos frente a marzo de 2022: seis presentaron reducciones y en 14, incrementos.
"El sector trabaja detrás de todas estas medidas que pueden controlar como tener escoltas, trabajar con esquemas de seguridad. En muchos casos, mandan un mayor número de vehículos, unidades pequeñas, para que sean menos interesantes de ser vandalizadas o asaltadas y de esta forma lo están manejando para no perder esta parte de negocio. Han tomado medidas inteligentes y creativas para tratarlo de minimizar. Cuando empieza a no ser rentable, es cuando se empieza a dejar de operar", destacó el especialista.
La Anpec refiere que prácticas como el cobro de piso han incrementado en entidades como Zacatecas, Colima y Baja California Sur. Aunque, indica que los niveles de inseguridad para el sector comercial se encuentra en Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, Hidalgo, entre otras.
El Inegi destaca que durante el sexto mes del año las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo, Zacatecas, Ciudad Obregón, Irapuato, Cuautitlán Izcalli y Colima con 97.2, 90.4, 89.7, 89.7, 89.0 y 87.5 por ciento, respectivamente. En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad es menor fueron: San Pedro Garza García, Benito Juárez, Tampico, Piedras Negras, Saltillo y Los Cabos con 15.1, 24.2,27.6, 28.5, 29.8 y 30.7 por ciento.
"Vemos tendencias de crecimiento generalizadas. Hoy no tenemos detectado algo muy particular. Sabemos que las zonas de riesgo son Guanajuato, Michoacán, Guerrero. Sin embargo, no es un indicador de que en ello se determine que pase ahí", dijo el directivo de Iscam.
Inflación ayuda al sector mayorista
Durante junio la inflación anualizada se ubicó en 7.99 por ciento, esta situación ha ayudado a que el mercado mayorista abarrotero tenga un crecimiento de 13.3 por ciento a mayo.
"Empezaron a haber mayores crecimientos en los puntos de venta hubieron esfuerzos importantes para que las tiendas tuvieran mayor abasto, capacidad de almacenaje, refrigeración, entre otros. Ya estamos viviendo una crisis económica que se agrava con los altos precios que se están presentando en prácticamente todos los productos e insumos. Hay una contracción de poder adquisitivo de la gente y con ello, empiezan a acercarse a las tiendas de proximidad porque sus compras son con mayor frecuencia, en menor intensidad, pues no tienen la capacidad de compra y van a sus agotamientos en casa", dijo Rolando Contreras.
De acuerdo con el especialista, 41.4 por ciento de las ventas es de alimentos procesados, que crece actualmente 10.6 por ciento en valor, pero tiene una contracción de 3.2 por ciento en volumen.
"Desafortunadamente el consumidor tiene los mismos pesos y lo va a asignar a lo indispensable. Las proteínas se empiezan a contener y los carbohidratos crecen porque satisfacen el hambre y no necesariamente alimentan", dijo.
Según las mediciones de Iscam, de enero a mayo el rubro de comestibles reportaba un crecimiento de 13.3 por ciento; limpieza y cuidado del hogar, 9.1 por ciento; papel, 1.8 por ciento; higiene y cuidado personal,6.2 por ciento; y alimento para mascota, 19.1 por ciento.
Contreras agregó que, aunque dentro del Paquete Contra la Inflación y Carestía (Pacic) existe voluntad por parte de los proveedores a participar en el programa federal, es preciso que exista un seguimiento puntual a la ejecución del programa.
"Hemos detectado que el programa se está está realizando por parte de las empresas, comprometiéndose en la proveeduría en los productos específicos que se determinaron; sin embargo, no se ve ningún tipo de control para tener algún esquema de control respecto a las iniciativas. Desafortunadamente, el comerciante que tiene afectaciones en términos de ingresos, le obliga a vender un producto sin un margen interesante, lo que va a pasar es que va a dejar de vender", consideró.
Finalmente, indicó que hacia la segunda mitad del año el canal mayorista continuará robusteciéndose, a consecuencia del aumento en precios que fomenta la demanda de productos de una manera más frecuente.
cog