La Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar) anticipó que este año se romperá la cifra histórica de migrantes venezolanos en México y prevé atender a 10 mil al final de año, debido al acuerdo con Estados Unidos, el cual establece que solo podrán solicitar trámite de asilo con un ingreso regular al país.
No obstante, el organismo informó que atenderá de manera excepcional a quienes llegaron al norte sin haber solicitado refugio.
Andrés Ramírez, coordinador general de la Comar, dijo que habrá flexibilidad para los ciudadanos que solicitaron el refugio en México, pero abandonaron su caso en un intento por llegar a Estados Unidos.
Después de que el gobierno estadunidense determinó que no permitirá la entrada de venezolanos por vía terrestre, la Comar buscará agilizar el trámite de refugio de quienes lo soliciten.
En entrevista con Josué Becerra en MILENIO Televisión, Ramírez señaló que muchos entraron a México con el deseo claro de llegar a Estados Unidos, por lo que la Comar permitirá que realicen su trámite de refugio.
“La gran mayoría llegó a México y se fue directamente al norte, por eso muchos no tienen papeles y el acuerdo del Departamento de Estado norteamericano establece que deben acreditar la entrada regular a México antes del 12 de octubre, pero muchos de ellos no lo tienen”.
Refirió que 8 mil 665 venezolanos siguen su trámite de manera formal para la solicitud de asilo en México, aunque se han superado las cifras, por lo que la previsión es que al cierre del año concluya con 10 mil. “El máximo que habíamos tenido había sido en 2019, con más de 7 mil”.
Sin embargo, se trata solo quienes solicitan refugio en México, pues la cifra de los que desean cruzar hacia EU es mucho mayor. “Esto ha llevado a una situación un poco complicada en las zonas fronterizas como Ciudad Juárez y Tijuana”.
En el caso de Ciudad de México, explicó que ya se dio atención a 80 venezolanos y el albergue Cafemin, en Vallejo, aceptará a 300; además, se buscará dar atención a quienes acudan a las oficinas de Comar en la colonia Juárez.
En tanto, el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, se refirió al flujo de migrantes venezolanos y dijo que el incremento es consecuencia de que en su país “tienen un gobierno que no trabaja”, por lo que consideró que el camino que deben seguir es el de procesos, donde reciban protección, y no el del riesgo de caer en manos de traficantes.
Añadió que “estamos viviendo un periodo en el mundo en el que tenemos más personas en movimiento, desplazadas de sus hogares, que en cualquier otro momento histórico registrado: más de 100 millones de personas”.
Decenas de migrantes venezolanos llegan a la Comar para obtener documentación que los acredite en el país y la mayoría permanece en el lugar en espera para ser atendidos.
Algunos indocumentados piden a las autoridades refugio en México y otros solicitan ayuda para regresar a su país.
A la deriva
Óscar Marques llegó a México hace 15 días. Logró cruzar a Estados Unidos por Ciudad Juárez, donde comenzó su proceso de solicitud de asilo.
Bajo la custodia de autoridades fronterizas pasó por al menos seis albergues de Texas hasta que lo regresaron a Matamoros y después lo subieron a un autobús hacia Ciudad de México junto con otros migrantes, donde llegaron a la Comar.
En la capital no tienen muy claro lo que harán. La solicitud en línea para ser elegibles y trabajar o recibir asilo en EU les pide tener un pasaporte, así como un familiar o patrocinador local.
Unos mil 200 venezolanos han sido expulsados a México a través de la frontera de Ciudad Juárez, provocando el colapso de los albergues y orillándolos a permanecer en situación de calle.
En Tijuana se quemaron piñatas del canciller Marcelo Ebrard y de Antony Blinken; en Sonora, al menos 20 migrantes varados pidieron la intervención de la autoridad tras ser deportados.
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