La Ciudad de México se enfrenta a una crisis de calidad del aire, debido a la concentración de partículas contaminantes, principalmente el ozono, durante mayo de 2024, esta situación activó la Contingencia Ambiental en Fase 1, pero este no es el único problema, la presencia de microplásticos en el ambiente del Valle de México, es un mal silencioso.
Los microplásticos son partículas plásticas de tamaño menor a 5 milímetros, e incluso hasta 1 micrómetro, además de los nanoplásticos, que son todavía más pequeños.
¿Cómo afectan los microplásticos a la salud humana?
Estos fragmentos invisibles representan un grave problema para la salud pública, ya que pueden ingresar al cuerpo humano con relativa facilidad. Los habitantes de la Ciudad de México están expuestos a estos microplásticos no solo a través del aire que respiran, sino también mediante el agua y los alimentos que consumen.
Un estudio reciente a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirma la presencia de diminutas fibras, finas películas y esferas de microplásticos en el aire, las cuales pueden llegar hasta los pulmones.
Según el doctor Priyadarsi Debajyoti Roy, investigador del Instituto de Geología de la UNAM, estos microplásticos están presentes en el suelo, en el agua y en el aire.
"Esto se ha demostrado al tomar muestras de suelo, muestras de agua superficial como en ríos, lagos, en los mantos acuíferos y, a su vez, ya hemos encontrado en los peces", señaló el doctor Roy.
El equipo de investigadores del Instituto de Geología y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), dirigido por Roy, ha detectado microplásticos en el agua potable comercializada en locales de la Ciudad de México.
Se estima que los habitantes podrían estar ingiriendo hasta 10 mil piezas de microplásticos al año a través del agua, cifra que se incrementa cuando se consideran otras vías de exposición, alcanzando entre 20 mil y 30 mil piezas anualmente.
Un proyecto posdoctoral realizado en 2022 por el Dr. Roy y la Dra. Shruti Venkata Chari, publicado en la revista *Science of the Total Environment* y financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM, mostró la presencia de microplásticos en los polvos urbanos en la atmósfera de la Ciudad de México.
Este estudio es el primer análisis de microplásticos en depósitos atmosféricos en toda América Latina y reveló que los microplásticos detectados provienen mayormente de Polietileno Tereftalato (PET), celulosa y celofán.
Microplásticos podrían causar enfermedades cardiovasculares en la CdMx
Utilizando un equipo con una bomba succionadora de aire instalado en siete sitios del Valle de México, incluyendo Tlalnepantla, La Merced y Pedregal, se colectaron aproximadamente 215 muestras durante 2020, representando tanto la estación seca como la de lluvia.
Las muestras fueron analizadas en microscopio, revelando la presencia de microplásticos en partículas de PM10 y PM2.5. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la exposición a partículas PM10 y PM2.5 está ligada a enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer pulmonar.
El doctor Roy destacó que se han encontrado microplásticos en sangre, heces fecales y en órganos como los pulmones y el cerebro. "Todavía no está muy claro a ciencia cierta qué tanto daño causan, pero sabemos que los microplásticos contienen metales tóxicos", indicó.
En el estudio realizado, se encontró la presencia de aluminio, hierro y cadmio en los microplásticos, metales que pueden causar diversos efectos en la salud, desde irritación en la piel hasta problemas en el sistema nervioso, digestivo e inmune, y disfunción renal. El plomo, el arsénico y el cadmio, en particular, tienen el potencial de causar cáncer.
Este problema no es exclusivo de la Ciudad de México. Según el doctor Roy, la problemática es mundial y se está estudiando en países como India, Sudáfrica y otras partes del mundo. Los hallazgos subrayan la necesidad urgente de monitorear y mitigar la contaminación ambiental para proteger la salud pública a nivel global.
ERV