Juan Quiñones, Roberto González, Santiago Caal, y otros 17 hombres guatemaltecos cruzaron más de 3 mil kilómetros desde su país hasta Ciudad Juárez, Chihuahua, en busca del sueño americano; sin embargo, perdieron la vida durante el incendio de una estación migratoria el martes pasado. Con ellos suman 117 migrantes que han muerto este año en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos.
La Organización Internacional de Migración (IOM, por su sigla en inglés) revela que la mayoría de esas muertes ha ocurrido del lado mexicano, pues suman 96 decesos en los primeros tres meses del año, mientras que en los condados estadunidenses han fallecido de manera accidental o violenta otras 21 personas; es decir, una proporción casi de 5 a 1.
De acuerdo con el organismo, “el aumento de la vigilancia y aplicación de la ley de inmigración en todo México ha empujado a las personas hacia rutas más clandestinas y remotas, diseñadas en un intento de evadir los controles estatales repartidos por todo el interior del país.
“Estas rutas a menudo implican tomar medios de transporte altamente inseguros y caminar a través de largos tramos de terreno desolado donde los migrantes a menudo enfrentan abusos, lesiones y extorsiones”.
Los datos apuntan hacia cuatro zonas problemáticas a lo largo de la frontera, pues 68 por ciento de las muertes registradas en municipios de esa línea se concentran principalmente en Ciudad Juárez, Chihuahua (44); Pesquería, Nuevo León (14); Piedras Negras, Coahuila (11) y San Diego, California (10).
La OIM señala en su informe “Migrantes desaparecidos registrados en las Américas”, que la frontera entre México y Estados Unidos representa una de las rutas transitadas donde más se registran fallecimientos y desapariciones de personas migrantes, pues desde 2014 suman 7 mil 667 decesos de este tipo.
La tragedia que ocurrió el pasado 27 de marzo con la muerte de 39 migrantes en Ciudad Juárez se ubicó como el episodio con más decesos en lo que va del año, pero previamente se habían registrado otros cinco fallecimientos por causas derivadas de la inseguridad en esa zona del país.
La primera víctima en ese municipio se dio el pasado 15 de enero cuando se encontró el cuerpo de Christian David Zuña Cajilema, ecuatoriano, en un paraje cerca de la frontera con signos de violencia por lo que fue llevado al hospital donde llegó ya sin vida.
Los otros migrantes fallecieron el 23 y 24 de enero. La policía municipal halló los cuerpos de dos mujeres y dos hombres asesinados mediante la asfixia, no sin antes ser torturados. Sus cadáveres estuvieron casi dos meses en la morgue hasta que sus familiares pudieron identificarlos mediante notas periodísticas.
Entre las víctimas se encontraban Jessira Chavarría, quien provenía de Nicaragua, y a su lado estaba José Manuel, originario de El Salvador. Las otras dos personas fallecidas formaban una pareja de guatemaltecos que fueron identificados como Doris Raquel Barrera y Anthony Enrique Navarro.
Otro foco de atención se ubica en Pesquería, Nuevo León, donde el pasado 7 de febrero murieron 14 personas dentro de una camioneta sumergida al fondo de un río; entre las víctimas 11 eran de nacionalidad guatemalteca y un menor de edad provenía de Honduras; sin embargo, todavía faltan por reconocer la identidad de dos cuerpos más.
A diferencia de Ciudad Juárez y Pesquería, en Piedras Negras, Coahuila, el IOM registra un alto número de muertes en solitario hasta llegar a la cifra de 11 migrantes fallecidos. La mayoría de ellos perdió la vida por intentar cruzar el río Bravo, pero se registró un caso en que una mujer fue atropellada en la zona urbana y murió en un centro de salud.
Las causas de muerte más comunes para los migrantes es el ahogamiento con 29 casos, seguido por los accidentes de tránsito con 20 fallecimientos y los ataques violentos que suman 14 víctimas; sin embargo, la tragedia en el centro de retención migratoria de Ciudad Juárez sumó en un solo hecho 38 muertes.
Los casos en EU
Al otro lado de la frontera también se ha registrado un importante número de muertes de centroamericanos y mexicanos que intentan sortear los retenes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, sobre todo en la zona de San Diego, California, donde en lo que va del año han perdido la vida 10 migrantes.
El caso más llamativo ocurrió el pasado 12 de marzo, cuando al menos ocho personas fallecieron cuando dos botes, con al menos 33 migrantes en su interior, naufragaron en las costas californianas hasta que fueron llevados por las olas hasta playas de San Diego.
Se presume que entre los fallecidos en el naufragio había uno de nacionalidad mexicana, pero, hasta el momento, las autoridades estadunidenses no han podido revelar la identidad de los otros siete migrantes muertos, entre los que se encuentran dos mujeres y un menor de edad.
Los otros dos decesos registrados en San Diego fueron notificados como personas que murieron al caer del muro fronterizo que divide a ambos países, en la zona de California y Baja California, pues sufrieron graves lesiones que impidieron seguir su camino hacia la ciudad más cercana para ser atendidos.
cog