En Oaxaca, el paso del huracán Agatha dejó incomunicados a decenas de municipios, principalmente en la costa y en la Sierra Sur. Por ello, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) despliega a diario sobrevuelos a estas zonas, para llevar despensas y agua potable.
En entrevista para MILENIO, Noé Ricardo Díaz Ruiz, comandante del 98 Batallón de Infantería, detalló que se está utilizando maquinaria para tener acceso terrestre a todas las comunidades, con el fin de que se recupere la actividad económica.
“Principalmente hubo en el puente de la Herradura, y el puente del Azufre que comunican por el área de San Pedro Pochutla y por Santa María Huatulco, que comunican para el área que va para San José del Pacífico, para Pluma Hidalgo, y son las comunidades que se encuentran incomunicadas, son 56 kilómetros, pero que ya se están abriendo con maquinaria pesada, se están abriendo todos los caminos y se están habilitando caminos de terracería en este momento”, explicó.
El coronel dijo que es complicado establecer el número exacto de comunidades que en estos momentos no tienen vías de comunicación en Oaxaca.
“Es muy difícil porque hay muchas rancherías que se encuentran, una casa, dos casas que se encuentran sobre el camino, pero están colapsados los servicios ahí”, precisó.
Por lo anterior, el Ejército mexicano traslada cada día víveres a las zonas afectadas mediante puentes aéreos. La ayuda llega a Huatulco procedente de la Ciudad de México y de Toluca. Después es llevada mediante helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Guardia Nacional, a los municipios incomunicados.
“Diariamente se planean rutas aéreas y terrestres, van principalmente a las áreas más afectadas de la sierra sur, donde fue la parte más afectada por el huracán Agatha, contamos con las rutas terrestres que abarcan toda la carretera y las brechas, y que van a las poblaciones que se encuentran más separadas y que fueron más afectadas por el huracán”, apuntó.
El coronel destacó que, hasta el momento, se han entregado más de 12 mil despensas y 15 mil botellas de litro y medio de agua, además de colchonetas y edredones.
Este viernes la ayuda llegó al municipio de Candelaria Loxicha, ubicado en la costa oaxaqueña, el cual está completamente incomunicado. Aquí, cerca de tres mil 500 viviendas resultaron afectadas, tras el paso del fenómeno meteorológico, de acuerdo con el presidente municipal, Gabriel Hernández.
“Lamentablemente el huracán nos pegó a todo el municipio de Candelaria, el casco de la población y todas sus comunidades. Todas, todas, lamentablemente tenemos en un recuento, digamos de manera provisional, un promedio de 3,500 viviendas destechadas o dañadas. Todas las personas se quedaron sin cobijas, sin alimentos, entonces hay una gran necesidad aquí en Candelaria Loxicha.
“Desafortunadamente los accesos estamos incomunicados, estamos haciendo el esfuerzo como autoridad municipal, estamos aperturando los accesos, pero de acuerdo a nuestro alcance”, explicó.
El huracán pegó fuerte en este municipio. Por ello, los afectados se acercaron rápidamente, al ver que la aeronave de la FAM que descendió en un campo de futbol, traía ayuda.
"El agua se llevó todas mis cosas, entró el agua, el río, la lámina, todo, me quedé sin nada. Y yo tengo tres niñas, no tengo ni qué comer", narró Daniela, una de las damnificadas.
Silvia Sánchez, otra de las afectadas expuso que, "fue muy espantoso. Mucho miedo, de veras. Nunca nos imaginamos que esto iba a pasar. La verdad que queremos ayuda en la galera, porque no tenemos luz. No hay luz, no hay nada de comer, queremos ayuda".
"Se llevó el derrumbe todo lo que es mi casa donde yo duermo, las láminas y mi cocina, y un poste que tenemos en peligro ahí, ya está a punto de caer. Toda mi familia, se destruyó su casa, pues. Nos quedamos sin ropa, sin nada, los papeles, todos los documentos, se mojaron, todo", agregó Jaqueline Santiago, mientras se formaba para recibir una despensa.
Quien también necesitaba ayuda, y urgente, era Daniela Hernández, una mujer de 21 años que estaba a punto de dar a luz. Tuvo que ser trasladada en el helicóptero de la FAM a Huatulco, para que recibiera atención hospitalaria.
Subió y bajó con dificultades a la aeronave e incluso con ayuda de elementos militares. En el trayecto se quejaba del dolor en la cadera y en el vientre, mientras era acompañada por su esposo y su madre.
“¿Cómo te sientes Gabriela? – se le preguntó - Mucho dolor, más en la cadera. ¿Cuándo estaba previsto que naciera tu hijo? – se le cuestionó - Ayer. Ayer. ¿Y aquí qué te dijeron? ¿Qué no podían atenderte? – se le volvió a preguntar - Como no hay luz, y luego para Miahuatlán no se puede”, contestó. Finalmente fue atendida este viernes en un hospital de Huatulco.
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