Un juez federal le recomendó al gobierno federal que no extradite al activista ruso y opositor del gobierno de Vladimir Putin, Kirill Olegovich Safrán, pues cuenta con riesgo evidente de ser víctima de la violación de los derechos humanos al ser torturado en su país de origen.
En entrevista con TELEDIARIO, el ciudadano ruso detalló que fue detenido hace un año y ocho meses, por lo que se encuentra en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México por petición del gobierno de su país natal. Sin embargo, explicó que lleva 10 años en México, país en el que nacieron sus hijos.
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¿Por qué el juez se opone a que Kirill Olegovich Safrán sea extraditado?
Hace unas semanas, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal, Juan José Hernández Leyva, emitió una opinión jurídica a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que Kirill Olegovich Safrán no sea entregado a las autoridades rusas.
Esto responde a que diversos datos de prueba y testigos afirmaron que, una vez Safrán llegue a Rusia, su destino estará sellado.
“Si voy a morir allá en Rusia voy a morir con (la) boca abierta, no (la) voy a cerrar. Estoy en contra de este gobierno desde 2010 y todavía estoy contra ellos”, dijo en entrevista telefónica.
Kirill Olegovich indicó que, desde que llegó a México se dedicó a trabajar con criptomonedas, además de que junto a un profesor montó una empresa para localizar petróleo, pues cuenta con dos profesiones: abogado e ingeniero.
¿De qué quieren acusar a Kirill Olegovich?
De acuerdo con el propio ciudadano ruso detenido en México, ha sufrido una persecución política del gobierno euroasiático, al que acusó de haberle inventado cargos falsos de narcotráfico.
“Cuando me detuvieron en Rusia, yo no tenía ni un delito grave y después de cinco años, han cambiado todo el delito y me pusieron como narcotraficante. Pero, yo no tuve nada, a mí me detuvieron seis meses, me golpearon, violentaron mis derechos, tengo cicatrices en mi cuerpo, tengo costillas rotas”.
Pese a que Kirill Olegovich fue liberado, pues no había pruebas en su contra, ahora las autoridades rusas tratan de llevarlo a un hospital mental, los cuales, acusó, son peores de una cárcel, pues nadie sale.
“Mi caso está fabricado 100 por ciento desde Rusia. Si los rusos tienen algunas pruebas porque no las mandan. Todos los testigos que declararon en Rusia, en su primer testimonio dijeron que no tenía relación con la marihuana”.
Ante este escenario, Kirill Olegovich destacó que el gobierno ruso no tiene ninguna prueba contra él; sin embargo, explicó que sospecha una relación entre la administración de Vladimir Putin y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“Yo tengo muchas pruebas contra ellos, ni Relaciones Exteriores de Rusia, ni Relaciones Exteriores de México; no tienen nada contra mí, pero tienen un convenio entre ellos. Ahorita estoy contra dos gobiernos: contra el gobierno mexicano y el gobierno ruso”.
Durante su campaña en contra del gobierno ruso, Kirill Olegovich logró que la Interpol cancelara la ficha roja que había sido puesta en su contra. Sin embargo, ahora se encuentra tras las rejas porque el gobierno ruso lo acusó de cultivar 330 plantas de marihuana en un domicilio.
¿Por qué el gobierno ruso persigue a Kirill Olegovich?
Según el propio Kirill Olegovich, desde 2011, trabajó con un político llamado Boris Nemstov -asesinado en 2015-, a quien ayudaba a realizar diversas protestas contra el gobierno.
“Me detuvieron en octubre de 2014, pero cuando me detuvieron me investigaron. Era muy difícil: no tuve visitas, no tuve teléfono, no tuve visitas del abogado, no me daban comida, no me daban permiso de comprar en la tienda. Mataron a Boris Nemstov, el 27 de febrero de 2015, en Rusia”.
Ahora, casi 10 años después del homicidio de Nemstov, Kirill Olegovich teme que el gobierno ruso lo asesine por sus relaciones políticas y su postura ante la administración encabezada por Vladimir Putin.
“Si me mandan a Rusia me va a matar mi gobierno. ¿Por qué? Por las cosas que tenía antes, primero, y ahorita en estas audiencias ya expliqué con dos testigos y con los expertos sobre el sistema penitencial en Rusia”.
A esto, el juez mexicano se opone a que regrese a su país, temiendo que será víctima de tortura, como ya lo ha sido anteriormente.
“Lo anterior, porque de hacerlo, se encuentra en riesgo inminente de que ocurra violación a sus derechos humanos, en específico que sea sujeto a tortura y malos tratos, toda vez que, a través del desfile probatorio, quedó razonablemente acreditado que, durante su detención, originada por los hechos materia de la acusación que se le fincó en la nación requirente, fue objeto de tortura”.
KT