Dicen que el perro es el mejor y más fiel amigo del hombre, un claro ejemplo es el caso que sucedió hace un año en Tampico, donde un perrito acompañó a su dueño hasta la tumba.
De acuerdo a testimonios, días después del sepelio del hombre, llegó un perro al panteón, el cual fue observado por los trabajadores del lugar refugiándose en una de las tumbas lo que causó asombro pues no encontraban explicación alguna.
Gerardo Hernández, uno de los trabajadores del sitio, platicó que posteriormente se presentaron en el lugar familiares para dejar algunas flores y se sorprendieron al encontrar a la mascota de la casa en el sitio, ya que pensaron se había extraviado o que alguien se lo había robado.
Incrédulos cuestionaron a los sepultureros sobre el día en que esté animalito llegó hasta el cementerio, que se localiza el avenida Miguel Hidalgo, ellos explicaron que fue precisamente a los siguientes días que le dieron el último adiós a su familiar.
"El perro siguió el aroma de su dueño yo creo, aquí anda el perro, aquí vive el perrito. Aquí le damos comida, agua y cuándo viene la familia nos dejan algo para que cuidamos al perrito. Se sorprendieron los familiares cuando vieron el perro aquí en el cementerio, porque pensaban que se les había perdido"
Los familiares decidieron dejar en el cementerio este perrito pues señalan que optó por acompañar a su amo hasta su última morada. De acuerdo con la explicación el perrito salió de su vivienda en la colonia Barandillas, caminó por varias cuadras hasta que finalmente llegó hasta este panteón, de donde ya nunca se fue.
El personal del cementerio se encarga de su alimentación y procura su bienestar al conocer la historia de este fiel compañero.
"Aquí dejaron al perrito, aquí se quedó con su dueño. Son cosas que te quedas así de cómo es que el perro se quedó en la lápida del dueño. Ya hasta el perro tiene familia, ya hizo familia aquí" concluyó el sepulturero.
mvls