¿Por qué México no reconoce a Palestina como nación?

En el contexto del conflicto armado entre el gobierno de Israel y el grupo terrorista palestino Hamás, recordamos la relación de México con Palestina a través del tiempo.

México ha tenido una relación estable con el Estado de Palestina, pero nunca lo ha reconocido como tal. | Especial
Monterrey, Nuevo León /

El conflicto palestino-israelí que ha estado vigente desde la creación del Estado de Israel en 1948, parece ser un episodio muy lejano para la sociedad mexicana, sin embargo, con motivo de la reciente escalada de violencia en la región de la Franja de Gaza, recordamos la razón por la cual México aún no reconoce a Palestina como una nación independiente, a pesar de que 139 Estados ya lo han hecho.

La historia de la relación de México con el conflicto palestino-israelí tomó fuerza a partir de la administración del expresidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien es recordado por ser el supuesto autor intelectual de la Matanza de Tlatelolco en 1968 y de “El Halconazo” en 1971.



Aunque México siempre ha sido reconocido como un país pacifista y que fija una postura neutral ante los conflictos internacionales, intentando no tomar partido por un bando en específico como lo marca su política exterior, Echeverría Álvarez buscaba en aquella época liderar a los países no alineados o países del tercer mundo, por lo que quería ganar adeptos del mundo árabe, quienes comenzaban a ostentar una fuerza económica importante por el petróleo.

En su encomienda, realizó una gira por diversos países de América Latina, África y Asia, incluyendo el Medio Oriente, esta acción tenía como objetivo último ocupar la Secretaría General de las Naciones Unidas y obtener el Premio Nobel de la Paz, dos cosas que jamás ocurrieron.

Bajo ese contexto, el expresidente ordenó que México votara a favor de la propuesta de países árabes en las Naciones Unidas para equiparar el sionismo (movimiento con el objetivo de establecer un Estado judío en territorio palestino) con el racismo y el apartheid sudafricano.

Dicha propuesta fue sorpresivamente adoptada por las Naciones Unidas en la Asamblea General bajo la Resolución 3379 el 10 de noviembre de 1975, con 72 votos a favor, incluyendo a México, 35 en contra y 32 abstenciones.


Resolución 3379 de las Naciones Unidas. | Cortesía


Las señales a favor de Palestina


Meses antes de la Resolución de las Naciones Unidas, Luis Echeverría se había reunido en Alejandría, Egipto con Yasir Arafat, quien en ese entonces era el presidente de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), lo que desembocó en la apertura de una oficina de información de Palestina en la Ciudad de México.


El expresidente Luis Echeverría (der.) en una reunión con el líder palestino Yasir Arafat. | Cortesía


Tiempo después, se supo gracias a una revista de la propia Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), las palabras que Echeverría Álvarez había comprometido con la causa palestina y en contra de los intereses del Estado de Israel.

"Ahora con mayor información, después de haber hablado ampliamente con el señor Arafat, apoyo el reconocimiento de los derechos nacionales de Palestina, la devolución de los territorios ilegalmente ocupados por Israel y el cumplimiento de las determinaciones de las Naciones Unidas, y esto lo vamos a decir en Israel, yo lo haré", declaró el exmandatario.

El embate de los judíos ante respaldo de Echeverría a Palestina


Dichas pruebas de afecto a los países árabes y en especial a los palestinos, no cayeron bien dentro de la comunidad judía en Israel, en Estados Unidos y en el propio México.

A un par de días de la Resolución 3379, el jefe de la delegación de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Daniel Patrick Moynihan, apareció en televisión anunciando que los países que habían votado para equiparar el sionismo con el racismo “sufrirían por ello”.



Ya sea que Echeverría Álvarez subestimara o desconociera el poder de la comunidad judía dentro del sector financiero, en Hollywood y en los medios de comunicación en Estados Unidos, el embate de estos no se dejó esperar, y declararon un boicot turístico y económico contra México.

Ello, trajo al país severas consecuencias económicas, pues en aquella época el 80 por ciento del turismo extranjero en México provenía de Estados Unidos, además de que se experimentó un desplome de la Inversión Extranjera Directa (IED).

Estas consecuencias derivadas del manejo de la política exterior del país se tradujeron en la perdida de unos 800 millones de dólares durante los primeros días, lo que apresuró al Gobierno de México a cambiar su postura a un tono más conciliador y amistoso con los judíos, quienes fueron invitados por el expresidente a diferentes cenas, como una reunión en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Tras comprometerse a abstenerse o incluso votar en contra de las resoluciones que desfavorecieran al Estado de Israel, la comunidad judía levantó el boicot contra México, sin embargo, días después, Echeverría Álvarez incumpliría su palabra y la representante del país en la ONU, Aida González Martínez, volvería a votar a favor de declarar al sionismo como racismo.

Con esto, la comunidad judía endureció el boicot contra México, y con ello, aumentaron las pérdidas económicas a 2 mil millones de dólares.

Buscando el perdón definitivo de los judíos en Estados Unidos, el expresidente tuvo que enviarles una carta donde quedara asentado que su punto de vista era en favor de la consolidación del Estado de Israel, además de que pidieron el despido de González Martínez, la representante ante la ONU, como una señal de que desacreditaba su voto a favor de la Resolución 3379.

Nos obstante, Echeverría Álvarez envío un discurso escrito que Aida González Martínez debía leer ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, cosa que no hizo, al considerarlo inapropiado.

"El voto de México fue correcto, tengo entendido que ha habido aquí algunas afirmaciones de un grupo de desorientados, no pido perdón, ni la política exterior de México pide perdón. El voto de México fue correcto, tampoco ha habido contradicciones, sino una gran coherencia en medio de la complejidad del mundo en el que vivimos", decía un fragmento del discurso no leído ante la ONU del expresidente Echeverría.

Ya en el ocaso de la administración de Echeverría Álvarez, durante una conferencia de la ONU en Montreal, Canadá, México se abstuvo de votar a favor de una Resolución que atacaba al sionismo, siendo el único de 72 países que originalmente respaldaron la decisión, en cambiar de postura.

El 27 de enero de 1976, el rabino Alexander Schindler, figura prominente de la comunidad judía en Estados Unidos anunciaba la normalización de las relaciones con México, lo que supuso el fin oficial del boicot económico.


Palestina declara su independencia, pero México no la reconoce


El 15 de noviembre de 1988, Yasir Arafat, el presidente de la OLP, proclamó la independencia del pueblo palestino simbólicamente, ya que en ese momento su gobierno se encontraba exiliado en el Líbano.

La conformación del Estado Palestino fue reconocida por decenas de países, aunque México no fue uno de ellos pese a tener relaciones diplomáticas, pues ya se encontraba alineado con los intereses de Estados Unidos e Israel.

Arafat, consiguió en los años 90’s, acercarse al gobierno de Israel, por lo que, tras los Acuerdos de Oslo en 1993, Palestina tendría oficialmente como territorios a Cisjordania y a la Franja de Gaza, lo que propició que la oficina de información que tenían en México elevara su estatus a delegación especial.


Bill Clinton en medio del ex primer ministro de Israel, Isaac Rabin y el ex líder palestino Yasir Arafat. | Archivo


En 2005, México abrió una oficina de representación diplomática en Ramala, la capital de facto del Estado Palestino en Cisjordania, aunque siguió sin reconocer a la nación como independiente.

En 2011, las Naciones Unidas convocaron a una votación mundial para que el Estado Palestino se uniera a la ONU, en aquella oportunidad, México se abstuvo de votar, pero en 2012, votó a favor de que los palestinos se convirtieran en “Estado Observador No Miembro”.

Además, ese mismo año, diversos países de Latinoamérica reconocieron al Estado Palestino, sin embargo, México volvió a quedarse en silencio. Curiosamente, un busto del líder Yasir Arafat fue edificado en la colonia Claveria de la ahora alcaldía Azcapotzalco en el norte de la Ciudad de México.


Busto de Yasir Arafat en una plaza pública en la Ciudad de México. | Cortesía


Finalmente, en 2023, el Estado Palestino reclasificó su delegación especial en México como Embajada, pero las autoridades nacionales tampoco reconocieron esta acción.

Acompañando a México en el no reconocimiento de Palestina como nación independiente, están Canadá, Estados Unidos, Israel y países del occidente de Europa como Reino Unido, y aliados en Asia como Japón y Corea del Sur.

Ahora tras el estallido de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a mostrar una postura que consideraron neutral, aunque la representación del Estado judío en México criticó que no se condenaran los ataques de los yihadistas contra la población civil en las zonas israelíes fronterizas con la Franja de Gaza, como en la ciudad de Sderot.


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