El puente colgante “Paseo Ribereño” que colapsó esta tarde en la barranca de Amanalco en Cuernavaca, Morelos, contó en octubre del año pasado con la visita del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien buscaba convertirlo en un atractivo turístico de la entidad.
Debido al sismo del 19 septiembre del 2017, y el desgaste natural, el puente presentaba deterioro y afectaciones graves, por lo que el gobierno invirtió 3.4 millones de pesos para reconstruir el puente peatonal, el desmontaje de sistema de cableado y sustitución de tuberías obsoletas. Para octubre del 2021 se preveía “brindar mayor seguridad en la zona y a los visitantes durante su recorrido”.
“Por instrucciones del gobernador Cuauhtémoc Blanco, seguimos trabajando con el programa de reactivación económica, rehabilitando espacios emblemáticos del estado para fortalecer el desarrollo económico local, lo que favorece también el atractivo turístico de la región”, refirió Ana Cecilia Rodríguez González, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo (SDEyT), en representación de Blanco.
La reconstrucción con recursos del Fideicomiso Ejecutivo del Fondo de Competitividad y Promoción del Empleo (Fidecomp), contemplaba también instalación de paneles solares, estabilización de taludes en las laderas de la barranca y muros de piedra que soportan el puente vehicular “Porfirio Díaz”, asimismo se apuntalaría la estructura del siglo XIX, en beneficio de más de 322 mil personas.
No obstante, aunque el objetivo final era que se reactivará la economía local y “detonar el interés de los turistas nacionales e internacionales para retomar a la ciudad de Cuernavaca dentro de sus principales destinos para viajar.
Este martes el puente colgante colapsó su reinauguración, donde ocho personas resultaron lesionadas, dos de ellas de gravedad al presentar fracturas expuestas, informó Enrique Clemente Gallardo, titular de Protección Civil de Morelos.
Fueron alrededor de 25 personas las que pasaban por el puente al momento del colapso, provocando que cayeran de una altura de 3 metros a una barranca de baja altura, entre ellos el alcalde de Cuernavaca, José Luis Uriostegui, su esposa, así varios funcionarios más y corresponsales de medios de comunicación.
PGG