Pablo Monroy, el embajador de México en Perú, es maestro en Derecho con estudios en universidades de España, Estados Unidos y México, docente y, tras su llegada a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) enfrenta un nuevo reto en su carrera: la expulsión de un país del cual tenía el encargo de representar a México.
Pablo Monroy Conesa es licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana y maestro en Derecho Internacional por la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York. Tiene estudios de posgrado en universidades de España, Estados Unidos y México.
En su experiencia como profesionista, Pablo Monroy ha sido docente, se especializó en leyes y litigio internacional, fungió como consultor jurídico en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) cuando se demandó a armerías estadunidenses por su responsabilidad en la venta de sus productos a cárteles mexicanos.
Pablo Monroy llegó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en 2003, en donde ha ostentado seis cargos; además, ha representado a México ante la Organización de los Estados Americanos y formó parte de los equipos legales de México en casos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En febrero de 2022, Pablo Monroy fue ratificado por el Senado como embajador de México en Perú. En ese tiempo escribió una carta en la que explicó cómo desarrollaría el proyecto como diplomático.
“Con toda seguridad, entre México y el Perú surgirán ideas sobre cómo afianzar proyectos, oportunidades para unir esfuerzos y acompañarse, consejos para mejorar, soluciones a problemas comunes y, sin duda, la empatía y confianza necesarias para forjar vínculos duraderos y enriquecedores”.
Al comienzo de su gestión, Monroy tenía en mente la idea de iniciar conversaciones nuevas entre los gobiernos de ambos países, pero también entre actores sociales y productivos para avanzar en temas que iban desde la gestión de pandemias, hasta derechos sexuales y reproductivos, racismo y discriminación.
“¿Hacia dónde queremos ir, qué hemos hecho hasta ahora, ha funcionado, qué podemos hacer mejor, de qué nos falta hablar?”: Eran las preguntas que Pablo Monroy se hacía al inicio de su gestión.
Diez meses después del inicio como embajador de México en Perú, empezó a enfrentarse a obstáculos pese a su visión de un mayor acercamiento entre los dos gobiernos y los diversos sectores de los países.
Tras la destitución del presidente de Perú, Pedro Castillo, investigado por encabezar una trama de corrupción al interior de su gobierno, Pablo Monroy quedó en medio de un conflicto diplomático.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador externó su respaldo a Pedro Castillo, reconociéndolo presidente incluso una vez depuesto y estando en prisión con otra investigación encima por insurrección, y pausó las relaciones con Perú.
Las expresiones del gobierno mexicano le valieron a Monroy que lo declararan "persona non grata" y se le dieran sólo tres días para dejar el país sudamericano. Sin embargo, los detalles legales de este pleito diplomático no toman por sorpresa a Pablo Monroy.
En diciembre de 2022, casi 20 años después de su llegada a la SRE, Pablo Monroy se enfrenta uno de los mayores retos de su carrera: la expulsión de un país en el cual se le encargó representar a México.