La presencia de minerales que tiñen de color rojo el agua del Río Sabinas va en aumento, cada vez es más la extensión que es posible observarse desde el aire y desde tierra, es muy notable su contraste con los árboles de cientos de años.
Expertos en minería en Sabinas, han concluido que se trata de “sulfuro de fierro” que se origina de la capa de pirita y que al contacto con el agua produce una reacción química.
Apenas hace tres días, la mancha de agua en color óxido que salía de dos tubos de desagüe de la mina “el Pinabete”, tenía una extensión de 150 metros río abajo, hoy superó los 600 y se localiza a menos de un kilómetro y medio de la zona urbana.
Vicente es un ganadero de la zona, su propiedad está justo en el primer lugar del desagüe, con el agua del río alimenta su ganado y sus gallinas, hoy señala que es necesario usar cloro para tratar de reducir el impacto del agua contaminada.
“Lo que hicimos fue ver videos en internet de cómo podemos más o menos usando cloro purificar el agua para los animales”, señaló Vicente Marines Daniel, dueño de una granja en Sabinas.
“Este río representa su historia, el origen de por qué llegaron aquí en 1883 los fundadores de Santo Domingo”, dijo Ramiro Flores, ingeniero minero y cronista de Sabinas.
Ramiro es historiador de Sabinas, además de ingeniero minero, quien anticipa que de no haber una solución el río estaría condenado a morir.
“Si nosotros qué estamos tan orgullosos de que en nuestro propio escudo de armas viene en nuestra imagen central, ahí que les vamos a heredar y ante esta situación es una gravísima amenaza”, detalló Vicente Marines.
“Nosotros hemos tenido esa inquietud sobre el problema del agua, desde que se vino el accidente del Pinabete empezaron a contaminar el agua, primero salió un color blanco y luego ya después salió peor”, dijo.
Los expertos en minería, aseguran que el sulfuro de fierro primero acabaría con la vida marina en este río. A menos de dos kilómetros río abajo, justo en la dirección que viaja la mancha, Víctor, Isaías y Saúl, pescan pequeñas mojarras, ignoran del problema que se aproxima.
Para el historiador, lugares como el Río de Monclova, en Viesca y en la zona norte, existían caudales que desaparecieron por intereses particulares y el destino del Río Sabinas podría ser el mismo.
Por 140 años el Río Sabinas ha sido la fuente de vida para la ganadería y las familias, quienes esperan que tras estudios que ya se realizan autoridades locales, este impacto no lleve a su final.
KM