Un mes con dos días después y a unas horas de que la Comisión Federal de Electricidad inicie la excavación del tajo en la mina “El Pinabete”, donde murieron 10 mineros, luce desolada.
Algunos trabajadores de CFE y un par de militares se encuentran en el lugar, pero el panorama está muy lejos de lo que se vio después del 3 de agosto.
Las bombas se detuvieron y las mangueras se encuentran enrolladas, retroexcavadoras y un camión minero (Yucle) de gran tamaño se observan listos para comenzar los trabajos del tajo a cielo abierto que tiene el objetivo de llegar a los 10 cuerpos que quedaron atrapados durante una inundación en la mina clandestina de Villa de Agujita.
Más de 24 horas después de la misa que se celebró en “El Pinabete”, aún se observan flores al pie del pozo 4, muestra del dolor y al mismo tiempo del cariño que manifestaron los familiares al despedir a los 10 de Sabinas.
Se tuvo acceso hasta el lugar donde todavía se observan dos tambos con el que el malacatero bajaba y subía a los mineros. Se encuentran tirados junto con una corona de flores.
Los grandes charcos alrededor dan cuenta de que las lluvias siguen entorpeciendo los trabajos.
Este lunes se tiene previsto que inicien los trabajos de excavación por parte del personal de Comisión Federal de Electricidad.
En memoria de los mineros de la región carbonífera se ofició una misa en el pozo “El Pinabete'' lugar donde quedaron atrapados 10 carboneros.
Una ceremonia privada con un dispositivo de seguridad del Ejército Mexicano quienes no permitieron el acceso de medios de comunicación así como a familiares que no aparecían en un listado que tenían autorizado.
Tras el pronóstico de lluvias que han azotado la región en los últimos días, elementos de la Guardia Nacional y Ejército Mexicano trasladaron a las familias hacia los pocitos debido a que el acceso era complicado, en el lugar acudieron autoridades federales como la titular de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa.
Globos, arreglos florales, fotografías, mariachi y playeras con la imagen de su familiar plasmada en su pecho es como arribaron decenas de familias a la misa de ceremonia.
El párroco Teodoro Ramírez expresó que esta sería la última misa en memoria de los que han arriesgado su vida y se han entregado por mantener a su familia, refirió que la capilla que realizarán para honrar a los trabajadores le gustaría llevara el nombre de Cristo Minero.
JVS