Tras la propuesta del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, para facilitar que las familias mexicanas tengan acceso a un arma de fuego y de mayor calibre, para defenderse en sus casas y negocios de la inseguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador evitó dar su postura.
El mandatario reiteró que no tiene ninguna opinión al respecto, pues “lo dejaba al criterio de cada persona”.
“Ninguna, ninguna, no. Ahí se los dejo de tarea a la gente”, puntualizó en su conferencia mañanera desde Palacio Nacional.
Ayer, Moreno dio a conocer que el PRI propondrá una reforma a la Ley Federal de Armas para facilitar que familias tengan acceso a un arma.
Moreno aclaró que buscarán “modificar el marco normativo y jurídico de quienes pueden portar arma de fuego y cumplen con los protocolos”, para que se tenga un verdadero acceso a la portación de arma de fuego. Pero, señaló, deberá ser “regulado y basado en la ley para no tener un descontrol”.
“Se trata de que, a falta de Estado, y de que no hay Estado que cuide a los mexicanos, los delincuentes sepan que la gente se va a poder defender”, expuso.
Además, se impulsará una ley para que los integrantes de las fuerzas armadas, la Guardia Nacional y la Marina puedan llevar sus armas de cargo a sus casas, para defenderse y hacer frente a la delincuencia organizada.
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