Con 86 votos a favor y 42 en contra, el Pleno del Senado aprobó en lo general y lo particular la reforma que traspasa la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La aprobación se dio tras un intenso debate que se prolongó por casi ocho horas, iniciando a las 21:50 del martes. La sesión se realizó bajo el esquema de discusión rápida o "fast track", debido a la urgencia de Morena por concretar esta reforma antes de que finalizara el periodo legislativo.
Con la mayoría de los votos, los senadores de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo hicieron valer su mayoría para sacar adelante esta reforma, mientras que los partidos de oposición como el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano expresaron su rotundo rechazo, específicamente 11 legisladores, los cuales fueron rechazados en una sola acción, sin ser argumentaras.
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¿En qué consiste la reforma a la Guardia Nacional?
La reforma aprobada no sólo transfiere el control de la Guardia Nacional a la Sedena, sino que también le otorga facultades para investigar delitos, lo que ha generado preocupación entre los críticos.
Las reformas a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución establecen que la Guardia Nacional, junto con el Ministerio Público y otras policías, podrá actuar en el ámbito de su competencia bajo la conducción del Ministerio Público para investigar crímenes.
En su intervención en la tribuna, Omar García Harfuch, próximo secretario de Seguridad y quien debutó como senador, defendió la reforma y subrayó que no se trata de una militarización, sino de una apuesta por la investigación e inteligencia.
"No existe militarización alguna. La Secretaría de Seguridad seguirá diseñando la estrategia de seguridad y coordinando el Gabinete de Seguridad", afirmó Harfuch. Además, destacó la importancia de centralizar la información generada por las distintas áreas de inteligencia para reducir la incidencia delictiva.
El exjefe de la policía de la Ciudad de México enfatizó que desmantelar la Guardia Nacional sería un retroceso que costaría años recuperar, y que la reforma busca consolidar la seguridad en el país.
Respuesta de la oposición por la Reforma a la Guardia Nacional
La oposición no tardó en responder. Ricardo Anaya, senador del PAN, criticó duramente la estrategia de militarizar la seguridad pública, señalando que ha sido un fracaso rotundo.
"Esta estrategia que consiste en militarizar la seguridad pública ha sido un absoluto fracaso en nuestro país…Es una estrategia fallida y esa es la primera razón por la que no podemos acompañar esta reforma. No nos oponemos por necedad, nos oponemos porque no funciona para pacificar el país", argumentó.
El panista incluso bromeó sobre un error que cometió un día antes, cuando accidentalmente votó a favor de la reforma en comisiones. "A base de ‘madrazos’ he aprendido a reírme de mí mismo", comentó, refiriéndose al incidente.
Por su parte, Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, cuestionó la postura de sus excompañeros de izquierda, a quienes acusó de apoyar la militarización del país.
"No puedo sino con tristeza decirles una vez más, y que no se les olvide, estoy segura, al tiempo, así se les va a etiquetar en la historia de este país. Es este gobierno de izquierda el que viene a hacer realidad el más grande anhelo de la derecha, militarizar al país. Piensen, reflexionen si lo que hoy se está haciendo no es lanzar un boomerang nos puede alcanzar a todos los que estamos aquí presentes", subrayó.
El proceso para aprobar la reforma también fue objeto de controversia. Marko Cortés, senador del PAN, pidió respeto a la pluralidad de opiniones y cuestionó la rapidez con la que se llevó a cabo la discusión.
Mientras que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, interrumpió a Cortés cuando éste intentaba continuar su intervención más allá del tiempo asignado, recordándole que él estaba al mando de la sesión. En respuesta, el coordinador de Morena, Adán Augusto López, se limitó a decir: "Águila no come mosca", minimizando las críticas de la oposición.
Durante la discusión, la senadora panista Mayuli Latifa Martínez reprodujo un audio de Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, donde se le escuchaba oponiéndose a la militarización de la seguridad pública en el pasado. Corral negó haber cambiado de postura y calificó las acusaciones como una manipulación de la información.
Martínez, en tono irónico, colocó nuevamente su celular cerca del micrófono y reprodujo otro fragmento donde Corral manifestaba su rechazo a la militarización. "Ups, ¿quién será?", comentó, desatando risas en el recinto.
No obstante, no todos los miembros de la oposición compartieron las críticas. Miguel Ángel Yunes, del PAN, sorprendió al respaldar la reforma y destacar la lealtad y patriotismo de las Fuerzas Armadas mexicanas.
"Yo no veo esos riesgos porque conozco de cerca a nuestras fuerzas armadas y sé de su amor a México, de su lealtad a la Constitución, de su institucionalidad y de su patriotismo. El único poder al que aspiran nuestras fuerzas armadas es el poder de servir más y mejor a México, no aspiran al poder político", afirmó Yunes, quien además señaló que no existe intención alguna de las Fuerzas Armadas de intervenir en la política del país.
Morena y aliados defienden la reforma a la Guardia Nacional
Geovanna Bañuelos, del Partido del Trabajo, defendió el uso de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, destacando que en esta administración no se ha utilizado al Ejército para reprimir o atentar contra civiles, como sucedía en gobiernos anteriores.
"En la Cuarta Transformación no hay represión política, tortura, no hay espionaje. Los delitos de alto impacto van a la baja: los homicidios se han reducido en un 18%; feminicidios que antes ni siquiera se contaban también; los secuestros y los delitos del fuero federal", afirmó, citando estadísticas que, según ella, respaldan la efectividad de la estrategia de seguridad del gobierno.
A pesar de las críticas y la controversia, la reforma fue aprobada en lo general y en lo particular, marcando un paso más hacia la consolidación de la Guardia Nacional bajo el control de la Sedena, en un movimiento que, según sus defensores, fortalecerá la seguridad en el país, mientras que sus detractores lo ven como un peligroso avance hacia la militarización.
AFV