El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseguró que de no aplicarse el Plan contra la Inflación y la Carestía en México se hubiera llegado a 10.7 por ciento de inflación, es decir, 2.6 más de los 8.16 registrados actualmente.
A dos meses de la aplicación de esta estrategia, el funcionario aseguró que si no se hubieran tomado estas medidas, que tienen un costo al erario de 574.6 mil millones de pesos, se habría caído el consumo de los hogares y en consecuencia caería el volumen de ventas y el movimiento económico.
A la par, el Banco de México tendría que aumentar la tasa de interés, lo que provocaría el incremento de la deuda pública, las hipotecas, las tarjetas de crédito y la deuda privada.
“Para quienes están interesados en datos de estimación, sin este paquete la inflación habría sido 2.6 puntos mayor a lo que es hoy, de 8.16, por eso es que entre otras razones la inflación está más baja que otros países, es una gran diferencia porque sin este paquete y con ese mayor porcentaje lo primero que habría caído es el consumo de los hogares”, dijo.
Ramírez de la O comentó que el control en el precio de los combustibles y la estabilización de 24 productos de la canasta básica está protegiendo el poder adquisitivo del salario.
En este sentido, detalló que sin estos apoyos el salario promedio mensual de junio 2022 se hubiera reducido 12 por ciento, pasando de 8 mil 943 a 7 mil 900.
Por tanto, la Secretaría de Hacienda mantendrá los compromisos establecidos en el plan contra la inflación, que son: no aumentar costos de los energéticos, acelerar apertura a importación de básicos, limitar exportación de maíz blanco, asegurar acuerdos para importar leche y fertilizantes de Estados Unidos, regular tarifas de interconexión ferroviaria y dar seguimiento a la estabilización de la canasta de 24 productos.
“Como estamos viendo buenos resultados con este paquete, al mismo tiempo estamos viendo dónde necesita reforzarse”, agregó.
Detalló que la estrategia contra la carestía ha requerido inversiones, algunas en marcha desde antes, con valor de 574 mil millones, que se dividen de la siguiente manera: 68 mil 874 millones para la seguridad alimentaria, 73 mil millones para subsidiar la energía eléctrica doméstica, 430 mil millones para subsidiar la gasolina y 2 mil 750 millones para congelar cuotas carreteras.
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