Fuertes ráfagas de viento, con velocidades comprendidas entre 50 y 70 kilómetros por hora, acompañadas de olas de hasta cuatro metros de altura, azotaron la costa del estado de Sinaloa durante las primeras horas del 23 de octubre. Estos fenómenos climáticos se produjeron como resultado del paso de la depresión tropical 'Norma', desencadenando lluvias torrenciales, inundaciones y causando numerosos daños materiales que alertaron a las autoridades estatales y municipales.
¿Qué se sabe de la depresión tropical 'Norma' 2023?
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el centro de la depresión tropical 'Norma' se localizó cerca de Altata, una región perteneciente al municipio de Navolato. Aunque las autoridades de los tres niveles gubernamentales prometieron tomar medidas para atender a la población afectada, hasta dos semanas después del paso de la tormenta tropical, la delincuencia organizada ha mostrado su "apoyo" a la ciudadanía de una manera sorprendente.
Recientemente, se viralizaron en las redes sociales imágenes de bolsas de plástico que contenían una variedad de productos de primera necesidad. Lo que llamó la atención de estas despensas es que llevaban las iniciales JGL, haciendo referencia a Joaquín Guzmán Loera, el ex líder del Cártel de Sinaloa que actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos.
¿Qué municipio de Sinaloa ha sido más afectado por 'Norma'?
El municipio pesquero de Navolato, en Sinaloa, ha sido fuertemente afectado por el paso de la depresión tropical 'Norma'. La pesca es una de las principales fuentes de ingresos en esta región, donde los pescadores sinaloenses capturan una amplia variedad de productos marinos, como marlín, camarón, jaiba, almejas y callo de hacha, en el océano Pacífico. Altata, una zona natural protegida, ofrece paisajes espectaculares con manglares, palmeras y arrecifes, atrayendo a miles de turistas durante años.
Sin embargo, los testimonios recopilados por la prensa local indican que la pesca de camarón ha disminuido considerablemente en las últimas dos semanas, lo que ha impactado negativamente en la economía de los pescadores. Ahora se enfrentan a la preocupación de cómo mantener a sus familias y cómo reconstruir sus viviendas y negocios.
En los días 4 y 5 de noviembre, varias camionetas llegaron a la población de Yameto y comunidades circundantes en Navolato. Un grupo de jóvenes se desplazó con el propósito de distribuir despensas a los damnificados por el paso de la depresión tropical 'Norma'. Estas bolsas de plástico contenían alimentos enlatados, cartones de huevo, granos y productos de higiene personal, y llevaban un folleto con fondo negro que mostraba las iniciales JGL, en referencia al Cártel de Sinaloa.
Se estima que más de dos mil despensas fueron distribuidas en las comunidades más afectadas de Navolato. Hasta el momento, no se ha confirmado si las autoridades estatales o municipales han tomado medidas para ayudar a la población afectada o si han investigado el origen de estas despensas.
A pesar de esto, según la periodista Anabel Hernández, se ha especulado que la facción del Cártel de Sinaloa que opera en Navolato es liderada por los hijos del otrora narcotraficante sinaloense. Los Chapitos, como se les conoce, habrían competido previamente por el control de la región con otros grupos delictivos. Según Hernández, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los líderes del grupo, incluso posee un rancho en el municipio donde "Los Ninis" llevan a las personas que detienen, ya sean rivales, miembros de otras facciones o funcionarios que se niegan a cooperar con ellos.
La distribución de despensas y la ayuda en obras civiles no son nuevas para el Cártel de Sinaloa. Celebraciones como la Navidad o el Día de Reyes se han utilizado como oportunidades para que los miembros de la delincuencia organizada repartan regalos. Además, se ha vuelto común que colaboren en proyectos como la construcción de escuelas o hospitales. Estas acciones pueden generar cierta afinidad entre la población y los grupos delictivos que ofrecen esta ayuda, aunque a menudo tienen motivaciones más allá de simplemente "apoyar a la población".
Durante la pandemia de COVID-19, la delincuencia organizada distribuyó despensas en muchas partes del país, como parte de su estrategia para ganar legitimidad y control territorial. Diversos estudios académicos han documentado la infiltración de grupos criminales en gobiernos y economías locales, buscando ejercer control sobre la población, la actividad económica y la vida política de las comunidades.
La entrega de despensas y la participación en proyectos civiles forman parte de una estrategia de gobernanza criminal utilizada por la delincuencia organizada para legitimar su presencia y actividades delictivas en distintas regiones. En un sistema con instituciones débiles y la indiferencia de las autoridades hacia las comunidades, los grupos delictivos pueden aparecer como falsos benefactores que aparentan velar por el bienestar de la población. Sin embargo, es fundamental que las autoridades respondan de manera efectiva en situaciones de emergencia, como las provocadas por fenómenos naturales, para evitar que las organizaciones delictivas sigan aprovechando la tragedia y la necesidad de la población para consolidar su influencia.
EC