Un hombre fue vinculado a proceso en Sinaloa por el presunto abuso sexual de su hija de cinco años quien estaba bajo su resguardo.
Según la Fiscalía General del Estado de Sinaloa se logró la vinculación a proceso a Rafael “G.”, bajo la causa penal 451/2024 y tuvo su audiencia inicial ante el Juez de Control y Enjuiciamiento Penal, donde el Ministerio Público Especializado en Delitos Sexuales formuló imputación y solicitó lo antes mencionado, la cual se dictó, así como prisión preventiva oficiosa y dos meses para el cierre de la investigación complementaria.
¿Cuándo y cómo ocurrieron los hechos de abuso sexual en Sinaloa?
Los hechos el pasado mes de mayo del año 2023, cuando la niña, víctima con resguardo de identidad, se encontraba al cuidado de su padre, quien presuntamente abuso de ella en su propia casa.
Cabe mencionar que la carpeta de investigación de este caso inició hasta mayo de este año, hasta que la famili9a de la niña tuvo conocimiento de los hechos.
¿Cómo identificar abuso sexual en un menor? Según el IMSS
El abuso sexual en menores es un problema grave que puede tener consecuencias devastadoras en el bienestar físico y emocional de los niños. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) subraya la importancia de que padres, maestros y cuidadores estén atentos a las señales de alerta que podrían indicar que un menor ha sido víctima de abuso sexual.
Señales físicas
Lesiones en el área genital o anal: Cortes, moretones, enrojecimiento o irritación inusual en los genitales, ano o boca pueden ser signos de abuso.
Dolor al caminar o sentarse: El menor puede mostrar incomodidad o dolor al moverse, especialmente al caminar o sentarse.
Infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ETS): La presencia de infecciones de transmisión sexual en un niño es un indicio grave de abuso sexual.
Sangrado o secreciones inusuales: Sangrado inexplicable en el área genital, anal o bucal, o la aparición de secreciones inusuales, es otra alerta.
Cambios emocionales y de comportamiento
Cambios en el comportamiento o estado de ánimo: Niños que han sufrido abuso pueden mostrar cambios abruptos en su conducta, como irritabilidad, tristeza, ansiedad o depresión.
Regresión en el desarrollo: Un niño que estaba alcanzando hitos de desarrollo, como el control de esfínteres o el habla, podría retroceder y volver a conductas anteriores.
Problemas de sueño: Pesadillas recurrentes, miedo a irse a la cama, insomnio o terror nocturno pueden ser indicadores de trauma.
Aislamiento social: Los niños que han sido abusados a menudo se vuelven más retraídos y evitan interactuar con otros niños o adultos.
Conocimiento sexual inapropiado: Un signo importante es cuando un niño expresa o actúa con un conocimiento sexual que no corresponde a su edad.
Miedo inusual a ciertas personas o lugares: Si el menor desarrolla miedo intenso hacia un adulto específico o se rehúsa a ir a ciertos lugares, podría estar tratando de evitar al abusador.
EC