Del lado estadunidense, los paramilitares antimigrantes gozan de los privilegios de la fuerza y la impunidad: emplean armas contra civiles indefensos, sedientos y cansados que han cruzado la frontera sin documentos por un desierto inclemente, en lugares tan remotos que ya no llega el muro.
En México, en cambio, no tienen derecho a ir armados ni a imponer su propia ley. Se arriesgan a ser arrestados e incluso, a que les respondan otros más fuertes que ellos. Por eso los analistas del “vigilantismo”, como se caracteriza a estos grupos autoproclamados guardias del límite binacional, se toman con suspicacia y sorna los anuncios en los que se jactan de haber “realizado operaciones” internándose en territorio mexicano.
No obstante, en al menos cuatro ocasiones recientes, la invasión armada -agresiones incluidas- fue real y permanece impune, sin contestación de partes de autoridades mexicanas. El prestigiado portal holandés de periodismo de investigación Bellingcat sometió varios videos, que milicianos de Veterans on Patrol (VoP o veteranos en patrulla) publicaron en redes sociales, a un análisis con diversas técnicas de geolocalización y estableció que fueron grabados en noviembre de 2021 y junio de 2022 cerca de los pueblos sonorenses de Sásabe y Los Panchos, 60 kilómetros al oeste de Nogales, en el desierto de Altar.
Aunque grupos como este son responsables por actos sistemáticos de violencia en Estados Unidos -y ahora se comprueba que también en México- que difunden en redes sociales, un informe de Tech Transparency Project (un programa que investiga y divulga comportamientos cuestionables de las grandes empresas tecnológicas) reveló en enero que Facebook es una “fuente primaria” para sus “actividades de desinformación contra los migrantes” y que lo usan como instrumento para reclutar miembros, a pesar de que violan sus reglas de comunidad.
Jactancia Incomprobable
Chris Polone es un anglosajón de 30 años que por más de un año ha estado denunciando que el gobierno le quiere arrebatar injustamente una sala de conciertos en Fort Worth, Texas. Buscando sentido para su vida, según explica en Facebook, se incorporó a la banda paramilitar Patriots For America para defender la frontera frente a lo que llama “el Cartel” y proteger a niños migrantes que, según él, son traficados por redes internacionales de pedófilos. En sus publicaciones de la red social, se muestra sorprendido por las enormes penurias que tienen que soportar y se pregunta qué terribles deben ser las condiciones en sus lugares de origen para que se atrevan a hacer este durísimo viaje. Incluye videos en los que, con sus compañeros armados con rifles automáticos, ayudan a la gente a salir de “el rio” -lo escribe en español, sin tilde- limítrofe y les dice “bienvenidos a Estados Unidos”.
“Los saco del infierno y los llevo a la salvación”, escribió varias veces.
Luego muestra cómo los entrega a la Patrulla Fronteriza, que los encerrará en condiciones inhumanas, consistentemente denunciadas por grupos de apoyo y medios de comunicación, para devolverlos a sus lugares de origen, anulando los esfuerzos que hicieron para llegar ahí.
En el muro de Facebook de Polone, ya no es visible una publicación del 29 de junio de 2022 a la que Bellingcat le hizo una captura de pantalla. En ella, el miliciano declara:
“Acabo de realizar una operación en México con el equipo”. Más adelante, festeja:
“Jajajaja he hecho muchas cosas locas en mi vida… Entrar clandestinamente a México es de lejos lo más loco que he hecho”.
Bellingcat no encontró elementos para verificar si esto es verdad o se trata de otro caso de jactancia en falso, como los que son frecuentes en este tipo de grupos, que compiten entre sí proclamando supuestos méritos de combate.
Invasión Verificada
La situación de Jeremiah Shiver es la opuesta. En un video que grabó con una cámara corporal y que difundió por un canal de Telegram, y que después fue recogido en un homenaje que le hicieron tras su fallecimiento por cáncer en julio pasado, Shiver llega a lo que afirma que es un “puesto de vigilancia del cartel” en territorio mexicano, en una loma desértica, y sorprende a un joven que yace bajo un plástico negro, protegiéndose del sol.
El paramilitar lo amenaza con una pistola. Pero el supuesto sicario del “cartel” no está armado. Ni vigilando. Dormía cuando fue sorprendido. Confuso por el despertar, levanta las manos.
Shiver lo insulta al exigirle que se quede en el suelo. El hombre moreno, delgado, probablemente no entiende y opta por marcharse rápidamente. Shiver sigue gritándole que se tire. ¿Pretende interrogarlo, aunque no conozcan la misma lengua? ¿Arrestarlo?
¿Entregarlo a la policía mexicana -revelando su invasión- o llevárselo a Estados Unidos?
Tal vez por fortuna para Shiver, el muchacho escapa. “¡Sigue corriendo de regreso!”, le grita. ¿De regreso a dónde, si están en México?
El estadunidense se queja de un error propio: “¡Vio mi cara!” Luego revisa las cosas que dejó: mantas, una hielera, una mochila y un walkie talkie que roba (o “confisca”, pues se siente con autoridad) comentando “ya tenemos radio”.
Militante de la extrema derecha de Donald Trump, que se manifestó públicamente en apoyo al intento de golpe de Estado del 6 de enero de 2020, Shiver aseguró al enviar el video por Telegram que “a la fecha, nueve patriotas y un equipo de documental han cruzado la frontera para interferir con el cartel. Ellos eliminaron la frontera, así que vamos a tomar territorio en México, montaña por montaña”. La invasión y agresión armada contra el joven dormido fue su última “acción patriótica”, pues Shiver murió un mes más tarde. Tal vez se sabía cerca del final.
Las imágenes captadas por él paramilitar muestran que se encuentra sobre el lomo de una cordillera. Al fondo, aparecen algunas cimas de montañas que Bellingcat pudo identificar utilizando Peakvisor, una herramienta popular entre aficionados a la naturaleza. Ya que la zona es predominantemente plana y él está sobre una elevación, con áreas de roca expuesta, imágenes de satélite ayudaron a definir el punto exacto, más el seguimiento de la vegetación con el instrumento de mapeo histórico LivingAtlas ArcGIS.
De esta forma, el portal holandés pudo determinar la ubicación exacta de ese video de junio de 2022 y de otro de noviembre de 2021. Ambos fueron tomados en el mismo punto a 300 metros de la frontera, dentro de territorio mexicano, y 13 kilómetros al este-sureste del paso fronterizo de Sásabe.
Otros dos videos de noviembre de 2021 muestran el pueblo sonorense desde el aire y fueron captados con un dron operado dentro de México, según Bellingcat. En el texto que los acompaña, VoP afirma que revelan “una intensa presencia de vehículos blindados y soldados del cartel” que fueron desplegados en Sásabe “como respuesta directa a nuestros ataques contra infraestructura en Territorios Mexicanos”.
cog