La empresa Ternium México respondió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) luego de que la autoridad clausurara temporalmente la descarga de aguas residuales de su planta, ubicada cerca del río Atoyac.
La Profepa había señalado que estas descargas podrían ser contaminantes, pero la empresa defendió sus prácticas, asegurando que las aguas no representan un riesgo para el medio ambiente y aclaró que no están relacionadas con el río Atoyac.
Profepa clausura a Ternium por contaminar el río Atoyac
La Profepa impuso una clausura total temporal a la empresa Ternium México S.A. de C.V., debido a la descarga de aguas residuales en un afluente del Río Atoyac.
En su comunicado, informó que la medida fue tomada tras una inspección realizada entre el 16 y el 19 de diciembre de 2024, en la que se certificó que la empresa incumplió con la normatividad ambiental vigente.
Además, señaló que esta acción forma parte de los esfuerzos para sanear los tres ríos más contaminados de México: Atoyac, Tula y Lerma-Santiago. También destacó que se encuentra trabajando de manera coordinada con diversas instituciones para desarrollar una estrategia integral de saneamiento para estos cuerpos de agua, y que este procedimiento es uno de los primeros pasos en el proyecto de limpieza del Río Atoyac.
Ternium responde a la Profepa sobre clausura
Tras esto, la empresa de acero aseguró que dicha descarga no es contaminante y no representa un riesgo para el afluente del río Atoyac, tal como lo había sido señalado por las autoridades ambientales.
En su comunicado, Ternium enfatizó que la protección del medio ambiente es una prioridad para la compañía y destacó que sus procesos de manejo de aguas residuales están bajo estrictos controles.
Asimismo, explicó que las descargas de su planta son analizadas por laboratorios externos acreditados, los cuales han verificado que no representan ningún tipo de contaminación. Además, la compañía aclaró que la descarga no tiene ninguna relación con el río Atoyac, como se había sugerido en las observaciones de la Profepa, mencionando que la única inconsistencia encontrada en las inspecciones de la dependencia se refería a la denominación de la empresa titular de los permisos relacionados con los títulos.
Señaló que había solicitado la regularización de estos permisos en tiempo y forma desde hace varios meses, pero debido a la carga de trabajo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la resolución aún no ha sido emitida.
Ternium reitera compromiso ambiental tras clausura de Profepa
Ternium también hizo hincapié en su compromiso con la transparencia y la disposición para atender cualquier inspección o visita de autoridades ambientales. La empresa destacó que, a pesar de las inconsistencias detectadas en la documentación administrativa, su operación siempre ha estado alineada con los estándares establecidos por las autoridades ambientales mexicanas.
“La compañía busca alcanzar los estándares más elevados en materia de desempeño ambiental y energético a fin de minimizar la huella ambiental de sus operaciones. Para lograrlo, estamos trabajando en forma continua en mejorar el sistema de producción. La política ambiental y energética de la compañía expresa la visión de Ternium con respecto a la preservación del medio ambiente”, detalló.
El conflicto entre la Profepa y Ternium pone de relieve la importancia del cumplimiento de las normativas ambientales en la industria, especialmente en zonas sensibles como el río Atoyac. Aunque la empresa defiende sus prácticas, el seguimiento de las autoridades es esencial para asegurar que las operaciones industriales no representen riesgos para los ecosistemas locales.
Con el proceso de regularización en curso, la resolución de este conflicto dependerá de la respuesta de las autoridades competentes, pero también subraya la necesidad de un esfuerzo continuo por parte de las empresas para cumplir con los más altos estándares en términos de protección ambiental.
AFV