El gobierno de Texas aprobó 495.3 millones de dólares más para reforzar su frontera sur. No podemos quedarnos “al margen mientras el presidente (Joe) Biden se sigue haciendo de la vista gorda”, anunció ayer el gobernador de ese estado, Greg Abbott.
Horas antes, el mandatario estadunidense y el presidente Andrés Manuel López Obrador acordaron incrementar la inversión en Centroamérica y coordinar los esfuerzos en migración durante una conversación telefónica.
El Congreso texano aprobó la transferencia de 495.3 millones de dólares para continuar financiando la llamada operación Lone Star, puesta en marcha en marzo de 2021 para reforzar la seguridad fronteriza.
De esos fondos, 465.3 millones se destinarán a apoyar el despliegue de la Guardia Nacional en los límites que Texas comparte con Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, entidades con las que ya hay acuerdos para intensificar las acciones para frenar la migración y el contrabando.
Los 30 millones restantes se destinarán a otros programas de seguridad fronteriza que ya aplica Texas desde el año pasado, cuando el gobernador Abbott comenzó a tener diferencias con Washington respecto a las políticas migratorias.
“Texas no se quedará al margen mientras el presidente Biden sigue haciendo la vista gorda ante la crisis en nuestra frontera sur”, advirtió el mandatario estadunidense. Abundó que con los fondos aprobados ayer “se abordarán las necesidades inmediatas de seguridad fronteriza, mientras se continúa evaluando el financiamiento necesario para proteger” a la población.
Acuerdos
Respecto a la conversación telefónica que sostuvo ayer con Joe Biden, el presidente López Obrador informó: “Tuvimos una cordial conversación… tratamos temas de interés en la relación bilateral y acordamos que el secretario Marcelo Ebrard visitará Washington el lunes para avanzar en temas de cooperación para el desarrollo y sobre la Cumbre de las Américas”.
El propio canciller confirmó: “En la conversación de los presidentes López Obrador y Biden hubo dos temas: atender las causas de la migración con mucho mayor inversión en Centroamérica y preparar la Cumbre de las Américas en la que deben estar todos los países sin excepción alguna. El lunes iniciamos visitas y negociación”.
La Cumbre de las Américas se llevará a cabo en junio en Los Ángeles, California, acto al que ya confirmó su asistencia el mandatario mexicano. Mientras, la Casa Blanca destacó que la mayor parte de la llamada, que tuvo una duración de 52 minutos, fue “sobre cómo coordinar el trabajo y los temas económicos, así como los pasos a tomar para reducir la migración hacia la frontera. Los mexicanos han sido socios en todo eso a lo largo de los últimos meses”.
En conferencia de prensa, la vocera Jen Psaki calificó la conversación de constructiva y detalló que “uno de los seguimientos será la coordinación y la discusión de alto nivel de los miembros de sus respectivos equipos de seguridad nacional para continuar trabajando juntos mientras nos dirigimos hacia las reuniones importantes que se avecinan en pocas semanas”.
cog