El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció que el municipio de Tijuana y otras regiones de Baja California tendrán un plan de seguridad para reducir los homicidios, tal como ocurrió en Zacatecas.
En dicha entidad, los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación pelean a muerte por el control de las calles del municipio de Tijuana y de otras ciudades para posicionar a sus células en la venta de narcomenudeo.
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, López Obrador mencionó que está recorriendo los municipios más violentos de México con la finalidad de respaldar a los gobiernos locales para enfrentar en conjunto al crimen.
“El sábado estamos en Tijuana. El tema es seguridad, es reforzar a Baja California como a Chihuahua, como lo hicimos con Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, Quintana Roo, donde tenemos más incidencia y sobre todo homicidios, es un plan especial para apoyar a estos estados”, subrayó.
Funcionarios de la mesa de seguridad de Baja California consultados por MILENIO revelaron que mientras los cárteles de Sinaloa y de Jalisco están en disputa, el cártel de los hermanos Arellano Félix trata de sobrevivir y a veces se presta para servir a cualquier de los dos grupos.
“Están pelando las calles, las esquinas de diferentes colonias. Te puedo comentar que la que tiene mayor incidencia es la zona oeste de la ciudad de Tijuana. Se están peleando las calles, es un tema de narcomenudeo por esquinas. Y si me preguntas qué delegación es, es la Sánchez Taboada”, explicaron.
La disputa en calles, apuntaron, es principalmente por la venta de metanfetamina, aunque se han dado aseguramientos de cocaína y heroína, pero en menor cantidad.
Los funcionarios aseguran que de 2019 a la fecha más de mil sicarios han sido detenidos en el estado, mismos que están ligados a las dos principales organizaciones criminales, pero cuyos jefes de plaza se resguardan en otras partes del país.
Uno de los grupos delictivos que opera en Tijuana se hace llamar Los Cabos, el cual trabaja para el CJNG, que lidera Nemesio Oseguera, El Mencho, y que, para amedrentar, se dedica al descuartizamiento de sus rivales.
Las colonias de la delegación Sánchez Taboada cuentan con la más alta incidencia delictiva en la ciudad fronteriza y es común ver mantas en puentes peatonales para amenazar a rivales.
En junio del presente año, la DEA dio a conocer que, en San Diego, California, se presentaron nuevos cargos contra narcotraficantes del cártel de Jalisco. Los señalados por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos son Edgar Herrera Pardo, El Caimán; Carlos Lorenzo Hino josa Guerrero, El Cabo 96; Edgar Pérez Villa, El Cabo 89, e Israel Alejandro Vázquez, El Cabo 50, entre otros, por los presuntos delitos de conspiración para distribuir sustancias controladas.
Según EU, las personas mencionadas son líderes de un grupo de sicarios encargado de tomar el control de Baja California.
En un periodo aproximado de casi siete meses, la DEA intervino sus comunicaciones, particularmente un chat de Los Cabos, en el que estas personas planearon más de 150 asesinatos, la mayoría de los cuales ocurrió en Tijuana, entre cuyas víctimas hay dos adolescentes estadunidenses, así como tres policías mexicanos.
Lideran de lejos
Los funcionarios de Baja California consultados comentaron que los líderes que comandan a todas estas “empresas criminales” están fuera del estado. Al preguntarles qué cártel tiene mayor presencia, respondieron que eso depende de la colonia.
“No lo podemos establecer claramente, porque incluso los narcomenudistas cambian de empresa criminal y por eso los matan”, explicaron.
Aseguraron que han detenido a sicarios involucrados en un sin número de homicidios. Respecto al número de detenidos, señalaron que del 1 de noviembre de 2019 a la fecha deben ser unas mil personas, y que el cártel de los Arellano solo se subcontrata con uno o con otro para sobrevivir.