En México, la fuerza laboral del segmento de trabajadores en cuidados personales y del hogar durante el cuarto trimestre de 2022 suma 1.32 millones de personas, cuyo salario promedio fue de 4 mil 660 pesos, con un empleo de 35.7 horas a la semana, según información de Data México.
De acuerdo con la plataforma de la Secretaría de Economía (SE) esta cifra se distribuyó en 32.5 por ciento hombres, con un salario promedio de 5 mil 520 pesos; y 67.5 por ciento, mujeres con salario promedio de 4 mil 240 pesos.
A pesar de que este oficio supone un grueso importante de la población mexicana, por años este segmento ha padecido connotaciones despectivas, falta de reconocimiento a sus derechos, entre otros temas que suponen una constante lucha por parte de sus integrantes.
¿Por qué no se les debe llamar 'trabajadoras domésticas' a las personas trabajadoras del hogar?
La Real Academia Española (RAE) define al término "doméstico" como 'de la casa o del hogar', que vive en compañía del hombre, para referirse al caso de animales.
"Debe evitarse su empleo metafórico con el sentido de nacional o de la nación, clarmaente influido por el inglés", indica.
En el capítulo "El trabajo invisible", del podcast Más allá del Rosa, Marcelina Bautista quien es activsita por los derechos de las y los trabajadores del hogar, recordó que en 2019 se reformó la ley para nombrar a este segmento como "personas trabajadoras del hogar", incluidos hombres y mujeres.
"Somos seres humanos, no somos animales para domesticanos. Ni siquiera tienen que decirnos cómo movernos en los hogares", expuso.
Diversos han sido los términos con los que se les ha definido a las personas trabajadoras del hogar "muchacha", "sirvienta", entre otros, son términos que no son correctos al emplearse.
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"No es de tu propiedad y cuando dices "mi muchacha", conciebes que es parte e tu familia, pero vive en un cuarto donde no hay condiciones, nada consciente. Tenemos que cambiar esto, porque no vamos a tener derecho a tener derecho", aseguró la activista.
Discriminación a trabajadoras del hogar
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) sostiene que algunas leyes del Estado mexicano permiten la discriminación contra las trabajadoras del hogar. La Ley de Seguridad Social, por ejemplo, establece en su artículo 12 que la afiliación de las trabajadoras del hogar al IMSS es voluntaria y no obligatoria (a diferencia de lo que pasa con el resto de las ocupaciones).
Además indica que casi la mitad de este sector (48 por ciento) afirmó que la falta de prestaciones laborales era su principal problema, y un tercio (32 por ciento) dijo lo mismo de las “malas condiciones de trabajo”.
CMOG