La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) documentó excesos y lujos de Emilio Lozoya, ex director de Pemex, por más de 26 millones de pesos en seis años, según consta en una denuncia presentada ante la Fiscalía General de la República.
De acuerdo con la investigación de la UIF, la evolución en los gastos de Lozoya se disparó, según muestran los cargos a sus tarjetas; en 2013, cuando ingresó al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, registraba montos mensuales que iban de los 100 a 200 mil pesos.
Ya en 2016 —su último año como director general de Pemex— los montos eran cercanos al millón de pesos, como el realizado en noviembre por 916 mil 245 pesos.
A partir de 2017, ya fuera de la administración pública federal, los cargos por montos cercanos o superiores al millón de pesos fueron constantes, como los registrados en mayo (un millón 468 mil 150 pesos), julio (un millón 138 mil 39 pesos) y noviembre (899 mil 340 pesos).
En 2018 registró el gasto anual más elevado en su tarjeta American Express, cuya beneficiaria también era su esposa Marielle Helene Eckes, con un monto de 8 millones 811 mil 344 pesos.
En la denuncia, presentada todavía bajo la gestión de Santiago Nieto, destaca que, según su información patrimonial, Lozoya tuvo un salario mensual en Petróleos Mexicanos, entre 2013 y 2015, superior a los 220 mil pesos, pero solo en sus tarjetas de crédito gastaba al mes, en promedio, más de 300 mil pesos.
En el documento, del cual MILENIO tiene copia, la UIF hace referencia a los “lujos” de Emilio Lozoya, hoy preso en el Reclusorio Norte acusado de los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, así como de Altos Hornos de México.
Gustos exquisitos
Entre las compras hechas con las tarjetas de crédito del ex funcionario destacan adquisiciones como “copas de vidrio” de origen francés vendidas en Suiza cuyo precio fue de 87 mil 378 pesos.
También en la declaración patrimonial de 2013 sobresalen cuatro relojes finos de las marcas Patek Philippe y Franck Muller, que suman 160 mil dólares, así como seis cuadros de artistas famosos, los cuales alcanzan el millón de dólares, y un acervo de “obras diversas”, con un valor estimado de 300 mil dólares.
Lozoya, a quien también la autoridad encontró tres domicilios en Nueva York, EU y Ginebra, Suiza, aseveró tener un cuadro de Salvador Dalí y otro de Pablo Picasso, la cual, dijo, fue heredado, con un costo de 500 mil dólares. Asimismo, el entonces director de Pemex dijo tener cuatro piezas del pintor Luis Zárate que sumaban 400 mil dólares.
En su declaración, también dijo contar con inversiones bancarias, fondos de inversión y organizaciones privadas; sin embargo, la Unidad de Inteligencia Financiera desestimó esto como justificante de su patrimonio.
“Deja su cargo de director en febrero de 2016 y no hace pública la declaración de ese año, por lo que se conoce que de 2013 a 2015 recibió 8 millones 22 mil 198 pesos por concepto de salario, y asimismo señala que tiene inversiones bancarias, fondos de inversión y organizaciones privadas.
“Montos que no son acordes con los gastos millonarios que opera financieramente a escala nacional e internacional, sin que se localice declaración de ingresos por dividendos de las empresas en donde se identifica como accionista, asimismo no se localiza el monto que percibe por las inversiones que declara, lo que implica una posible evasión fiscal”, se enfatiza en el documento.
En la denuncia, dirigida a la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de la FGR, a cargo de María de la Luz Mijangos, la UIF solicita, además de iniciar la carpeta de investigación, el aseguramiento de las cuentas bancarias de Lozoya.
“Se estima indispensable asegurar las cuentas referidas, así como los recursos económicos o activos de cualquier tipo que procedan de las cuentas y que se encuentren en poder de la institución bancaria relacionada, como títulos normativos, cheques devueltos de otros bancos, ya sean de caja o personales, y títulos de fondos de inversión, toda vez que constituye la única forma de evitar, sin lugar a dudas, que los recursos que son motivo de las operaciones reportadas, sean ocultados o alterados y garantizar de ese modo el posible decomiso de los mismos en su oportunidad.
“Para el caso de que los aludidos recursos o títulos nominativos no pudieran ser ubicados para su aseguramiento, esta medida cautelar real deberá comprender también cualquier tipo de cuenta o inversión en la que los recursos implicados en los cheques hayan sido depositados o transferidos, total o parcialmente”.
El juez puso como plazo hoy para cerrar la investigación por el caso Odebrech.
mvls