Por primera ocasión, el gobernador de Zacatecas, David Monreal, llegó a la comunidad de Sarabia en la sierra de Jerez.
Esta comunidad se convirtió en la zona cero de los enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que provocó el temor de la población que abandonó sus hogares y sus tierras de cultivo.
El retorno de las primeras familias pudo darse gracias al apoyo para la rehabilitación de sus viviendas, en algunos casos la reconstrucción casi fue total al quedar destrozadas por los enfrentamientos, así lo informó el gobernador de Zacatecas, David Monreal.
“Hemos intervenido 247 viviendas hasta el momento, entre otras cosas para la atención de pintura, para la reposición en algunos casos de techos, para la rehabilitación de algunas viviendas”.
Los primeros pobladores en regresar manifestaron su alegría, pero también el temor constante por la violencia que no se ha erradicado en la entidad.
“Es que se siente uno bien pero el miedo no se nos quita, ¿sabe por qué? Porqué las gentes ahí andan, nosotros sabemos que ahí andan y tenemos miedo en el camino, aquí no, aquí no tenemos miedo, pero en los caminos que caminamos sí, porque le salen a uno, lo friegan a uno, ese es el pendiente que tenemos”, externó el señor Rafael Fernández, de los primeros pobladores desplazados por la violencia en retornar a su hogar.
Gracias a la llegada del Ejército los índices delictivos en la sierra de Jerez, prácticamente desaparecieron, detalló Pablo Torres, secretario general de gobierno del municipio de Jerez.
“No hemos tenido ni un incidente en la sierra, lo más grave que hemos tenido ha sido un robo de bicicleta, no hemos tenido pues ningún incidente, pues ningún enfrentamiento, ha estado relativamente en paz”.
Para continuar con este clima de seguridad, el gobierno informó sobre la permanencia de los equipos militares de élite en la sierra y el reforzamiento de la vigilancia con más agentes de la Policía estatal.
Además de la rehabilitación de viviendas, a los campesinos se les apoyará con semillas de frijol, avena y maíz para intentar salvar el ciclo agrícola, principal motor económico en esta región.
cog